Ni el Mundo del Revés ni ninguna de sus criaturas son reales (fuera del mundo que han creado los hermanos Duffer en 'Stranger Things'). Pero hay elementos de este fenómeno cargado de guiños y nostalgia que tienen más verdad de lo que, a priori, puede parecer. Los años ochenta se han incorporado a esta ficción de Netflix como un personaje más y, aunque también podríamos hablaros de la tétrica historia de Montauk Project (la que inspiró a Once), vamos a indagar en la importancia que ha tomado el pánico a lo satánico y a las sectas demoníacas en esta última entrega, la primera de la cuarta temporada.
(¡Cuidado! Este artículo contiene spoilers de la cuarta temporada de 'Stranger Things')
Los nuevos capítulos de 'Stranger Things' son más oscura que sus precursores, y cuentan con un villano más complejo. Le apodan Vecna, por un personaje sacado de Dragones y Mazmorras, y actúa en Hawkins como si de un asesino en serie se tratara. Los protagonistas de la ficción descubren casi de inmediato que las muertes están relacionadas con el Mundo del Revés; sin embargo, el resto de la población (que continúa ajena a lo que realmente sucede en Hawkins) se enfrenta a una realidad más sencilla: la de buscar a un culpable entre toque de queda y toque de queda.
El primer sospechoso es Eddie Munson. Interpretado por Joseph Quinn, este personaje se presenta como un repetidor algo alocado y carismático al que solo le preocupan sus partidas de Dragones y mazmorras, con el Club Fuego Infernal, donde conoce a Dustin (Gaten Matarazzo), Mike (Finn Wolfhard) y Lucas (Caleb McLaughlin). Trapichea con droga y pasa las tardes ensayando con su grupo de metal. Hasta que presencia el asesinato de la animadora Chrissy Cunningham. No es capaz de explicar lo que pasó, pero Dustin no necesita que se justifique para saber que ha visto algo fuera de lo normal. Sabe que tiene que ver con el Mundo del Revés y con el Azotamentes. Pero el resto del pueblo no piensa lo mismo. Están convencidos de que los asesinatos tienen que ver con su club de Dragones y mazmorras, lo que para ellos es en realidad una peligrosa secta satánica, una de las que llevan tanto tiempo leyendo en la prensa.
La segunda entrega de la cuarta temporada de 'Stranger Things' llega el 1 de julio
Como si de una caza de brujas se tratase, se asoció a la práctica de las ciencias ocultas ciertas expresiones culturales como escuchar a heavy metal o jugar a Dragones y mazmorras. El movimiento fue conocido como 'Pánico satánico'. Temían que estas practicas tuvieran como consecuencia crímenes y abusos a los más débiles. El precursor de este movimiento fue el psicólogo Lawrence Pazder. Publicó el libro titulado 'Michelle Remembers', en el que contaba la historial supuestamente real de una niña que había sido víctima de una secta satánica. Michelle aseguraba haber sido testigo y objeto de diversos asesinatos durante casi tres meses. Tanto el libro como la historia de la propio Michelle fueron desacreditados, pero para entonces ya era tarde.
Durante una década, se sucedían las acusaciones que incluían relatos increíbles que luego se desmontaban en los tribunales. Entre ellas, la historia de Damien Echols, también conocido como uno de los tres de West Memphis. Los hermanos Duffer conocieron esta historia a través del documental 'Paradise Lost: Asesinato en Robin Hood Hills', estrenado en 1996 y disponible en España en HBO Max.
Echols fue arrestado en 1993 junto a dos amigos, Jessie Misskelley Jr. y Jason Baldwin. No había cumplido la mayoría de edad cuando fueron acusados por el asesinato de tres niños de ocho años en West Memphis (Arkansas). Insistían en que ellos no habían tenido nada que ver, pero su estética gótica, su afición por Metallica y su interés por los libros de terror de Stephen King fueron determinantes a la hora de sentenciarlos para una comunidad cristiana conservadora. "¿Que si creo que las personas que le hicieron esto estaban adorando a Satán? Sí, basta con ver a esos monstruos. Parecen punkies", dijo a las cámaras Pam Hobbs, madre de Stevie Brach, uno de los niños asesinados.
Stranger Things' refleja el pánico satánico de los ochenta
El documental 'Paradise Lost' no solo recoge los testimonios de los principales implicados (por ambas partes), también muestran pruebas tan comprometidas como las imágenes del escenario del crimen. Los tres acusados pasaron años en el corredor de la muerte, hasta que en 2010 se celebró un nuevo juicio. La tecnología de ADN, que no habían podido utilizar anteriormente, permitió a la defensa presentar nuevas pruebas que los exoneraron. Los tres fueron puestos en libertad de inmediato.