11 años, 12 temporadas y 2.800 episodios después, ‘Amar es para siempre’ llegó a su fin la noche del miércoles en Antena 3. Un recorrido tan largo, más aún si contamos con los más de 1.700 episodios de ‘Amar en tiempos revueltos’, la serie original que se emitió en TVE entre 2005 y 2012, se merecía una despedida a la altura. Y así fue: tras un miniepisodio emitido por última vez en su franja original de la sobremesa, Atresmedia dedicó el prime time al final de las andaduras de Marcelino, Manolita y Pelayo.
Porque fueron los personajes interpretados por Manuel Baqueiro, Itziar Miranda y José Antonio Sayagués los grandes protagonistas de la función. Los dueños del bar ‘El Asturiano’ se enfrentaron a varios cambios y vieron cómo el clan, lleno de hijos exiliados repartidos por el mundo, se reunía para celebrar y rememorar el pasado.
Tras una emotiva reboda entre Marcelino y Manolita, Pelayo soltaba la bomba: se retiraba para vivir tranquilamente con su amada Marisa, dejando a Marcelino al frente del bar. Una noticia que los recién “recasados” se tomaron con mucha tristeza y emoción, pero los guionistas de ‘Amar es para siempre’ no quisieron acabar la serie con mal sabor de boca: el último episodio, que ha sido muy celebrado en redes sociales, estuvo lleno de reencuentros, alegría y, claro, amor.
Luisita y Amelia, dos de los personajes más icónicos de la serie, que incluso llegaron a protagonizar su propio spin-off llamado ‘#Luimelia’, suponían uno de los regresos más esperados. La pareja interpretada por Paula Usero y Carol Rovira lleva años viviendo en Reino Unido, donde emigraron para poder vivir con libertad su relación, pero volvieron para celebrar la reboda y aprovecharon para pasar por el mítico King’s, donde se conocieron. Allí abrieron su cápsula del tiempo y dieron cuenta de los avances que ha vivido España (recordemos que la serie empezó en el año 1960 y ha acabado en 1982, ya fuera de la dictadura); aun así, aunque Luisita mostró su deseo de volver a vivir aquí, ambas decidieron que no era aún el momento. “Te prometo que algún día vamos a volver, pero solo cuando este país cambie”, aseguraba Amelia.
Álvaro de Juana también volvió para interpretar al trágico Manolín. El ya no tan pequeño llevaba un tiempo viviendo en Bélgica y tuvo una actitud algo sombría durante el episodio, hasta que vivió su propia catarsis reencontrándose con el fantasma de su hermana asesinada, Marisol (Ángela Arellano). Tras una bonita conversación, en la que su hermana muerta le pedía que no viviera amargado por el pasado, Manolín volvió al Asturiano y comunicó a su familia su intención de volver a España.
Hubo momentos finales para todos, claro. Ignacio (Jonás Beramí) recibió un documento de mano de Quintero (Iñaki Miramón) que le permitía volver a ejercer la abogacía, además de una invitación para ser socio del bufete. Esa noticia les hacía a él y María (Lucía Martín Abello) plantearse un regreso a España en el futuro no muy lejano. Algo que también decidió hacer Ciri (Daniel Cabrera), pues al final del episodio aparece en ‘El Asturiano’ y le comunica a su padre su decisión de quedarse en el bar trabajando con él.
Incluso la icónica Benigna, interpretada por Anabel Alonso desde 2014, tuvo un bonito momento cuando su amiga Visi (Ángeles Martín) le comunicaba que se volvía de Londres para vivir con ella. Ellas protagonizaban el último momento antes del as que los guionistas, liderados por Pablo Fajardo, Ariana Martín y Ángel Agudo, se guardaban bajo la manga.
El guiño final de ‘Amar es para siempre’ a ‘Amar en tiempos revueltos’
La última escena del episodio guardaba un bonito guiño, no solo a la propia serie, sino a su antecesora, ‘Amar en tiempos revueltos’, y también a los creadores originales. Un salto temporal de un año nos mostró a la familia reunida (casi) al completo en ‘El Asturiano’ para ver un estreno televisivo: la adaptación de la novela de Leonor (Alejandra Lorenzo), que había sido tal éxito que ya tenía una adaptación en forma de serie. Para más inri, la protagonista de la serie es María, ya de vuelta en España junto a Ignacio.
Entonces comentaron que la adaptación televisiva había corrido a cargo de “tres autores teatrales de bastante fama: Sirera, Onetti y Benet”. No son ni más ni menos que Rodolfo Sirera, Antonio Onetti y Josep Maria Benet i Jornet, los creadores de ‘Amar en tiempos revueltos’, título, por cierto, de la novela de Leonor. Para Benet i Jornet, que falleció en 2020, tenía una mención especial Marcelino: “¡Benet! Ya sé quién es: ese estuvo por el barrio mucho tiempo y contó que iba a escribir sobre la gente de aquí”.
Y finalmente veíamos a la familia mirar cómo empezaba la serie, titulada nada casualmente ‘Amar es para siempre’, mientras hacían referencia a su potencial de longevidad y le auguraban mucho éxito. Las emocionantes últimas palabras eran de Manolita: “Solo espero que hagan buena nuestra historia, que es la de muchas familias. Solo espero que refleje el amor que nos tenemos. Un amor que es para siempre”.
Un final muy aplaudido (y llorado) en redes que, por desgracia, no fue lo más visto de la noche: ‘Amar es para siempre’ tuvo una cuota del 11,7%, frente a la exitosa ‘La isla de las tentaciones’, que hizo un 15,4%.