'First Dates': Carlos Sobera le 'roba' la cita a un comensal

Elisabeth queda prendada de Carlos Sobera ante la impotente mirada de su cita: "No tengo nada que hacer"

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

First Dates

Elisabeth solo tuvo ojos para Carlos Sobera

Cuatro

Una noche más, 'First Dates' volvió a abrir sus puertas en busca del amor. Pero, como ya hemos visto en muchas ocasiones, este puede ser bastante caprichoso. Tanto que tu cita puede tener ojos para otro. Juan Antonio llegó muy seguro de sí mismo al restaurante capitaneado por Carlos Sobera. También tenía las ideas muy claras: "Soy un tío muy raro. Me gusta hablar me gusta divertirme, me gusta pasármelo bien... aunque esté regular, siempre busco una sonrisa", dijo sin tapujos. Y su cita, ¿tendrá las ideas tan claras?

Juan Antonio explicó con orgullo el origen de su apellido, Tell; incluso saludó a sus compañeros de trabajo, los responsables de que anoche estuviera en el restaurante de 'First Dates'. Pero, una vez terminadas las presentaciones y los agradecimientos, estaba dispuesto a conocer a su cita. Ella era Elisabeth y, en lugar de fijarse en Juan Antonio, solo tuvo ojos para Carlos Sobera, al menos en un principio.

Se quedó prendada de Carlos Sobera nada más entrar por la puerta del restaurante y no tuvo ningún reparo en reconocerlo. "Yo es que te quería a ti", le confesó la comensal mientras abrazaba al presentador de 'First Dates'. "Me he enamorado, ya sé que no puede ser, pero ¡es guapísimo!", añadió ella.

Juan Antonio solo pudo mirar anonadado desde la barra, donde recibió el apoyo de Matías. "Los hombres de pelo blanco están de moda", decía el camarero en un intento de consolarle. "Evidentemente no hay color, aunque yo tengo un tipazo porque solo hace falta verme que estoy desarrollado por todos los lados, pero el señor Carlos Sobera, es el señor Carlos Sobera", respondía Juan Antonio resignado. Por suerte, la buena actitud del comensal les permitió tener una bonita velada, una que, por desgracia, no pareció llegar a buen puerto.