Las férreas condiciones que aceptan los participantes de 'La isla de las tentaciones'

'La isla de las tentaciones' tiene ya su sexta edición en antena, una que sigue siendo una alegría para las audiencias de Mediaset España

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

La isla de las tentaciones
Mediaset España

'La isla de las tentaciones' llegó a la parrilla televisiva en enero de 2020. Justo antes de que la palabra 'normalidad' tuviera una nueva acepción. Supuso una salida veraniega en plena ola de frío. Enganchó a millones de espectadores. Su estreno fue visto por casi tres millones de personas (2.978.000, 23,2%). Lo consiguió pese a ser un formato que ya se había visto. Adapta al estadounidense 'Temptation Island', algo que ya hizo Antena 3 con su 'Confianza ciega' en 2002. Para este estreno apostaron tanto por parejas que no era conocidas por la audencia y otras que sí. Venían de formatos como 'Gran Hermano' o 'First Dates'. Lo que no se conocía entonces eran las férreas condiciones que los concursantes tienen que aceptar si quieren formar parte de esta experiencia.

En apenas tres años se han grabado seis ediciones; siete si se tiene en cuenta la versión 'celebrity', 'La última tentación'. Actualmente es la sexta entrega de 'La isla de las tentaciones' la que está en emisión. Las chicas se enfrentan al desenlace de su primera hoguera, mientras que los chicos tendrán que realizar su primer visionado de imágenes. Pero, ¿cuáles son las condiciones que aceptan para formar parte de esta atrevida aventura?

'La isla de las tentaciones' se graba en República Dominicana. El rodaje suele extenderse entre uno y dos meses. Durante este periodo de tiempo, que pasan en dos villas idílicas a pie de playa o montaña, los gastos están pagados. Apenas salen de esas mansiones de lujo, solo para tener citas. Tampoco están comunicados con el resto. Tienen que dejar sus teléfonos y dispositivos móviles al entrar en las villas.

La isla de las tentaciones
Mediaset España

Un sueldo de unos mil y pico euros

Algunos de los participantes son conocidos, otros no tanto. Pese a esto, parece que el beneficio es similar. "Un sueldo de unos mil y pico euros (...) y mucha publicidad en programas de Telecinco", aseguró la youtuber Patricia Domínguez, más conocida como Patrizienta. Contactaron con ella para que participara en la primera edición junto a su pareja. Finalmente se echaron atrás. José, quien sí formó parte de la primera edición junto a Adelina, corroboró este dato en el podcast 'Me voy a ir yendo'.

"El contrato que los dos firmamos era de 1.000 euros. Fue una sorpresa", aseguraba el ex guardia civil. Ambos estaban convencidos de que la cifra será, como mínimo, de 6.000 y 8.000 euros. Esta cifra puede haber variado en las últimas ediciones debido al éxito del formato y a la exposición que los protagonistas saben que van a tener. "Con el programa no se gana dinero. Ha pasado ya mucho tiempo y yo puedo hablar de todo sin problema...", apuntaba José. Sí, los participantes de 'La isla de las tentaciones' firman un contrato de confidencialidad. Así, tanto la cadena como la productora se asegura de que ni las parejas ni los tentadores revelen lo que sucede en su participación en el reality. Esto se debe a que no es un formato que se emita en directo, como si lo es, por ejemplo, 'Pesadilla en El Paraíso'.

Sin cambios de look ni demasiados retoques

Los protagonistas de 'La isla de las tentaciones' no solo tienen que tener cuidado con lo que cuentan, también con lo que hacer con su aspecto. Para facilitar la experiencia del espectador, las parejas y los tentadores se comprometen a no modificar demasiado su aspecto. Un cambio radical de look (o un retoque estético) podría dificultar su identificación en pantalla y confundir así al seguidor del reality. También tienen que tener en cuenta lo que comparten y lo que no en sus redes sociales, ya que cualquier detalle, como seguir o no a alguien, puede ser un detalle muy significativo. Los concursantes tampoco suelen compartir contenido con sus parejas aunque tengan un final feliz. Así mantienen la incertidumbre hasta el final. Hasta ese reencuentro que protagonizarán seis meses después de la experiencia.