Ya está todo preparado para la gran final de ‘GH DÚO’. Marieta, Sergio, Maica y Óscar se lo juegan todo en unas horas. Todos quieren inscribir su nombre en la lista de los ganadores del formato estrella de Mediaset y llevarse consigo el maletín de 50.000 euros. Solo uno de ellos podrá hacerlo. La audiencia parece dividirse entre el grupo más veterano y los dos recién llegados a la televisión con la última edición de anónimos de ‘Gran Hermano’.
Los porcentajes están ajustados: 31,9%, 28,8%, 27% y 12,3%. Después de más de dos meses de convivencia en la casa de Guadalix de la Sierra, cualquiera lo merece. Los cuatro concursantes han vivido de todo dentro de las paredes de Guadalix de la Sierra. Si hay alguien que ha sabido cambiar la percepción del público, ella ha sido Maica Benedicto. Ahondamos en las razones por las que se merece ganar.
Si buscas los motivos en google, la opinión de los telespectadores partidarios de ella es unánime al respecto. El adjetivo con el que más le definen es por su autenticidad. Ella misma lo ha dicho en un vídeo: "Tengo que ganar ‘GH DÚO’ porque soy auténtica, carismática y natural. Lo vivo todo a flor de piel, soy aire fresco a dónde voy. Doy luz a toda persona que esté triste y siempre intento ayudar a los demás. Quiero y amo a mis fans, estoy aquí por ellos y por quien me ha dado esta oportunidad para daros los mejores momentos que puedo. Os quiero, os amo y por eso merezco ganar".
Sin miedo a las críticas
Aunque muchos la traten de impostada por su obsesión por la limpieza (siempre con el bote de lejía en la mano aún estando vestida a todas horas de punta en blanco) o por sus constantes tropiezos, lo cierto es que Maica ha demostrado en reitaras ocasiones que es auténtica. No le ha importado que por ello la critiquen hasta la saciedad. Asegura que prefiere ser genuina y única. Se ha mostrado tal cuál es, guste o no guste.
Es, además, una concursante que ha dado mucho juego pero no se ha metido en el papel de machacar a sus compañeros. No es muy dada a criticar. Si ha tenido algún problema lo ha afrontado de frente, como le pasó con Vanessa. Una prueba más de esa educación que se nota que le han inculcado.
Telecinco
No hay duda de que es una concursante diferente. La caracteriza esa dulzura e ingenuidad que no ha perdido a sus 25 años. Es una de las señas de identidad con la que la modelo, visitadora médica e influencer ha conseguido ganarse a sus fieles fans. Tan solo le bastaron unos meses en el anónimos de ‘Gran Hermano’ para conquistar a la audiencia y al equipo de Telecinco que le dio otra oportunidad en ‘GH DÚO’.
El cambio de estrategia de Maica
En su primer paso por el reality le pasaron factura varias cosas. Eligió mal a su grupo, cosa que en esta edición no, y por supuesto despertó las envidias y celos de sus compañeros al ser una de las enviadas al ‘Grande Fratello’. Le hubiese gustado haber permanecido mucho más para pasar más tiempo junto al italiano del que se enamoró perdidamente. La historia no acabó bien. Le engañó cuando vino de visita a España. Le dejó entrever que compartían sentimientos cuando no era así. Pese a eso, no hubiese cambiado nada. Lo vive todo con mucha intensidad.
En esta segunda oportunidad entendió que había que participar en las estrategias de juego. Aunque no le hizo mucha gracia reencontrarse con uno de sus máximos rivales, Óscar, ha terminado formando piña con él. No lo ha hecho desde un lugar de falsedad o siendo consciente de que el vasco cuenta con grandes apoyos entre los telespectadores. Lo ha hecho porque lo ha sentido así. En esta última convivencia han pasado de enemigos a aliados (y se puede decir que amigos).
Esta noche, Maica Benedicto se jugará el quedar segundona de nuevo en el reality o por fin redimirse y alzarse con el codicionado maletín. Sea lo que sea, lo que está claro es que ha llegado para quedarse en la pequeña pantalla y que este no será el último programa de Telecinco en el que participe.