Las dos preguntas que han arruinado la cita de Luis con una directora comercial de Barcelona de 59 años en 'First Dates'

Los comensales de 'First Dates' suelen ofrecer su mejor cara en las primeras citas, pero Luis no ha sido prudente con Teresa

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

First Dates
Mediaset España

En el amor hay que ser valiente porque ya se sabe que hay los trenes que solo pasan una vez. Si lo tienes claro, no lo dejes pasar. No hay nada peor que arrepentirse de no haberlo intentado. Entre los ingredientes para una primera cita perfecta, además de coraje, hay que tener mucho tacto. Hay temas que es mejor evitar y ciertas preguntas incómodas que es mejor dejarlas para posteriores encuentros si no se quiere asustar a la persona con la que estás. Eso es lo que le ha pasado en 'First Dates' a Teresa (59 años), la directora comercial de Barcelona que se ha quedado perpleja con su cita.

Teresa ha llegado al restaurante más famoso de la televisión dispuesta a combatir la soledad. Lleva doce años soltera. Sin embargo, no ha encontrado en Luis (63 años), otro comercial de Barcelona, lo que buscaba. Físicamente le ha gustado. Es alto, educado y sin barriga, algo que le ha llamado la atención según le ha confesado a Carlos Sobera (63 años) al llegar a ‘First Dates’. La primera impresión ha sido buena, pero todo ha cambiado cuando la conversación ha comenzado. 

Tanto Luis como Teresa están en varios grupos de amigos de WhatsApp y uno de ellos ha llamado especialmente la atención del comercial. Se llama ‘Los Rocieros’. "Perdona, ¿eres católica?", le ha preguntado sin paños calientes. La directora comercial se ha mostrado algo sorprendida al escuchar la cuestión. Le ha contestado orgullosa que sí, pero que no practicante. Eso le ha dejado algo más tranquilo a su cita. "De entrada a mí una persona muy católica me echa para atrás", ha confesado a las cámaras de ‘First Dates’ antes de seguir atosigando a Teresa al preguntarle si va a misa.

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Tampoco han coincidido en una de las aficiones de Teresa, el baile. Luis siempre ha sido muy tímido y eso de soltar la cadera no le va mucho. "Soy una persona muy tímida, excesivamente. En el habla he evolucionado en mi timidez, pero en cambio en el baile, me gusta, pero no me suelto", le ha confesado a Teresa durante la cita en ‘First Dates’ antes de hablar de sus respectivos hijos.

Luis no ha atinado a la hora de elegir las preguntas que hacerle a Teresa. No ha dado crédito cuando le ha preguntado si tiene deudas. "¿Perdón?", le ha espetado la directora comercial, atónita con esa pregunta en una primera cita. Le ha contestado que tiene una hipoteca. "Ostia, ¡qué complicado me lo pones!", le ha contestado Luis.

No contento con eso, le ha insistido. Le ha preguntado que si le quedaba mucho por pagar. Al final, Teresa ha sacado su carácter: "Yo no necesito a nadie para pagar. Yo no he dicho que no viva bien. Solo he dicho que tengo una hipoteca. Para mí eso es una ofensa. Solo quiero a alguien que viva conmigo, pero no para pagar mis caprichos", le ha dicho cabreada. 

Aunque han terminado bailando en el reservado, cosa rara en Luis, Teresa ha dicho un no rotundo a una segunda cita. "Nuestra cita a mí no me ha gustado mucho. Ahora miro cosas como que no me encajan. El tema de las deudas me ha descompuesto y el tema de la religión y esto que has hecho de las manos no me ha gustado", le ha espetado a un Luis que se ha mostrado muy sorprendido con su decisión. El comercial ha creido que todo iba bien: "Realmente pensaba que iba por el buen camino. Quizá la ironía mía no encaja con la tuya, pero los argumentos que me das no me encajan". 

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