Los dos curiosos requisitos de Antonio, el licenciado en ‘First Dates’, que busca en una mujer

Se suele decir que a la tercera va la vencida. En el caso de Antonio (88 años), un comercial jubilado de Ripollet, Barcelona, se ha cumplido. Es todo un licenciado en ‘First Dates’. Eso sí, no tuvo mucho éxito en sus dos visitas anteriores al programa de Cuatro. Pese a eso, no se rinde. Ha seguido buscando a esa mujer que le acompañe el resto de su vida. Sus requisitos son cuanto menos curiosos.

"Necesito a alguien que, aunque tenga 200 años, me guste y yo le guste a ella. Además, tiene que ser sincera y guapa", ha explicado a Carlos Sobera (64 años). "A mí me gusta que tengan pecho, no gigantes, pero sí una 100 o 105 de talla más o menos, y el culo de tipo medio con braga media. Ni grande ni pequeño", ha añadido a las cámaras de 'First Dates'.

En María del Carmen (76 años), una camarera jubilada de Tarragona, ha encontrado lo que buscaba. En mayor o menor medida, cumplía todo lo que pedía. "Me encantó nada más verle su carita. Yo esperaba algo así porque si no mal asunto. Con las veces que he venido como para que no acierten. Está bien y bien arreglada, como a mí me gusta", ha reconocido el soltero después de esa primera impresión.

María del Carmen también ha visto con buenos ojos a Antonio. "Para la edad que tiene lo veo bien, me parece un hombre guapo", ha admitido algo ruborizada, síntoma de que la cosa pinta bien. Como colofón final, el soltero la ha terminado de conquistar con un detalle especial para ella: una caja de bombones. Se le ha caído la baba: "Me encanta el detalle que ha tenido de traerme un regalo. Quiero conocerlo", ha dicho.

En cuestiones amorosas, María del Carmen no ha tenido mucha suerte y solo esperaba que eso cambiase con su visita a 'First Dates'. Se quedó viuda joven y tuvo que sacar adelante a cuatro hijas: "He pasado tiempos muy difíciles porque he tenido que luchar por mis hijas, pero he tenido fuerza y se me han abierto las puertas. A mis niñas no les ha faltado de nada. Mi casa está bendecida por Dios".

Antonio, en cambio, el detalle que le ha conquistado es saber que ayuda como voluntaria a personas sin comida. Desde ese momento, ha metido la quinta marcha con Mari Carmen. Sin pensárselo mucho, en su cabeza ya se veía de crucero con ella por el mundo en adelante. "Si ella sigue así por mí vamos para adelante. Creo no equivocarme si digo que sería una buena pareja para mí, con lo que hemos hablado. Ayudarnos, pasar tiempo juntos o pasear en coche…", ha admitido a las cámaras de ‘First Dates’. Hasta le ha plantado un apasionado beso en el reservado, muestra de la emoción que le ha inundado.

Antonio y Mari Carmen son la mejor prueba de que las ganas de enamorarse y el romanticismo no se pierden con el tiempo. Con la ilusión y el brillo en la mirada intactos, como dos adolescentes, se han dicho sí a una segunda cita con la promesa de compartir el resto del camino juntos.