Eduardo Insua (34 años) supo que cumpliría su sueño de entrar en la casa de ‘Gran Hermano’ tan solo unas horas antes del estreno del programa de Telecinco. Ya había dado todo por perdido cuando Jorge Javier Vázquez (54 años) apareció en una de las pantallas del restaurante en el que estaba comiendo para darle la gran noticia. El gallego se emocionó mucho al saber que entraría en la casa de Guadalix de la Sierra. "Estoy con muchísimas ganas. Tenía muchísimas ganas de entrar. Venía focalizado en vivir la experiencia. Soy competitivo. Quiero llegar al final y que la gente vea cómo soy", decía.
Después de asimilar la noticia y contárselo a los suyos, lo primero que hizo fue aprovechar la ocasión para promocionar su negocio en el municipio coruñés de Finisterre. "Me dedico al sector del alquiler vacacional, un negocio familiar que tengo desde hace seis años, iniciado allá por el verano del 2018", se podía leer en la publicación que hizo en su cuenta de Instagram, donde su número de seguidores ha aumentado considerablemente. Se trata de Cabañas Fisterra, un complejo de nueve cabañas de madera, con vistas al mar, la playa y la montaña y con jacuzzi incorporado.
Como cualquier autónomo, Insua tiene que sacar adelante su negocio sea como sea. Eso se traduce en que realice funciones diversas, desde recibir a los clientes en recepción, llevar la contabilidad o remangarse para cocinar algo a los clientes. En otras ocasiones, también limpia las cabañas y se dedica al mantenimiento para tener todo a punto. "Mi vida es totalmente normal, como la de cualquier trabajador y/o emprendedor, pero en estos momentos hago un paréntesis en mi negocio para sumergirme en una aventura totalmente diferente", explicaba Insua antes de confesar sentirse "super orgulloso de pertenecer" a la ría de Fisterra.
No es para todos los bolsillos. Pasar una noche en este idílico lugar tiene un coste de 180 euros la noche. Algo que muchos de sus clientes no ven que sea acorde a las comodidades que ofrece. En un reportaje que han hecho en el podcast ‘En todas las salsas’, han hecho un sondeo a varios de los usuarios que se han alojado en las cabañas de Edi Insua y han destacado ciertos aspectos negativos.
Un negocio con reseñas negativas
"La atención deja mucho que desear. La televisión no funcionaba. Por no destacar también que el agua del jacuzzi salía amarilla. Un precio desorbitado para la atención y servicios de los que dispone", se puede leer en uno de los comentarios que un cliente ha dejado en Google. Otro, en cambio, ha puesto énfasis en el coste de la cabaña: "Le falta cuidar los pequeños detalles para estar acorde calidad-precio". Pese a estos comentarios negativos, la puntuación en Google es buena. Tiene 4,7 de cinco estrellas y cuenta con 399 reseñas. De ahí que no sea nada raro que por estas idílicas estancias hayan pasado rostros conocidos como Steisy con el que era su pareja, Pablo Pisa, o la televisiva Lola de ‘Hombres, mujeres y viceversa’.
El paso de Edi por 'Gran Hermano'
Edi prometía dar juego en la casa de 'Gran Hermano', pero sin dejar de lado su esencia. "Simplemente ser yo, que la gente que me pueda etiquetar cuando me vea, vea que soy noble, llano, de la casa, que se identifiquen conmigo, vivirlo como lo tenga que vivir y dejarme llevar", dijo sobre lo que esperaba de su entrada en la casa del reality de Telecinco. Y lo está cumpliendo.
Ha conseguido traer salseo al programa con lo que parece ser un triángulo amoroso. Todo apuntaba a que el concursante se sentía atraído por Violeta, pero en los últimos días Elsa ha entrado en la ecuación. Su acercamiento constante a esta, ha hecho que se moleste Violeta, como así ha confesado. "Yo no me enfado porque no le conozco, pero ya no me gusta, la verdad. Cuando veo de alguien que no, ya no. Entiendo que sea cariñoso porque yo lo soy", ha dicho Violeta. "Tampoco le estaba conociendo para algo, pero sí es verdad que me atraía y era un chico que me podría gustar, pero cuando he visto esto, ya se me ha quitado. Al principio de conocer a alguien si veo algo que no, ya no, ni siquiera me atrae. Me estaba haciendo tilín, pero ya se me ha quitado. Yo soy muy radical". Habrá que ver cómo evoluciona esta historia.