Mientras que su marido Dabiz Muñozvisitaba este miércoles ‘La Revuelta', Cristina Pedroche (36 años) acude este jueves a ‘El Hormiguero’. Es ya una tradición que la presentadora de televisión ponga el broche de oro al espacio de entrevistas de Pablo Motos antes de que se marche de vacaciones. Los detalles de su vestido para dar una vez más (lleva once años consecutivos) las Campanadas de Fin de Año generan mucha expectación entre el público y, como consecuencia, suele cosechar grandes datos de audiencia.
La vallecana se ha convertido en la reina de esta última noche del año. Para el cierre de 2024 Antena 3 ha escogido una vez más al chef Alberto Chicote para que la acompañe. Esperan poder repetir la buena acogida que tuvieron en 2023, cuando lograron un récord histórico con un 39% de share y 6.666.000 espectadores. No lo tendrán nada fácil porque en Televisión Española han optado por el presentador estrella de la parrilla televisiva, David Broncano, y Lalachus.
Sea como sea, lo que está claro es que Cristina Pedroche cierra un gran año. Hace tan solo unos meses debutaba como escritora con 'Gracias al miedo'. En sus páginas escribe a corazón abierto un testimonio sincero sobre cómo está siendo su vida como madre. Un trabajo muy personal e importante para ella. "Lo escribí para entenderme. Para poner orden en mi cabeza", aseguraba a Pablo Motos en una visita anterior a ‘El Hormiguero’.
La pequeña, que ya ha cumplido el año, ha supuesto un antes y un después en su vida. Aunque está encantada, lo cierto es que no le ha resultado nada fácil compaginar la maternidad con su trabajo. "Estoy feliz porque veo a mi hija y es que la amo. Aunque no consigo conciliar todo, porque yo quiero continuar siendo la profesional y la mujer que soy", decía en una entrevista para la revista Elle.
El problema es que cuando se ha dedicado ese tiempo para ella, muchas veces se ha sentido mal por hacerlo. "Quiero seguir teniendo mis ratos para leer, para ir al cine, para seguir formándome como persona... pero cuando lo estoy haciendo, me siento mal por no estar a su lado. Me siento mala madre por estar aquí sin ella, como si esto fuera superficial, como que lo verdaderamente importante es estar con mi hija", contaba. Poco a poco le pasa menos porque ha aprendido a que es imposible estar en dos sitios a la vez.
No ha podido tener mejor compañero para este viaje de la vida, el chef Dabiz Muñoz. El pasado 24 de octubre, la pareja celebraba nueve años desde su ‘sí, quiero’ en una ceremonia íntima y atípica: en vaqueros, en su casa y ante notario. Aprovechando la ocasión, Pedroche desveló en ‘Zapeando’ un secreto que hasta ahora no se conocía. La idea de casarse la tuvieron en mente desde la primera semana: "Nos conocimos en diciembre de 2014 y le pedí matrimonio a la semana, aunque según le conocí le dije a una amiga que estaba delante que me iba a casar con él, ella me dijo que estaba loca, pero el tiempo demostró que no".
Cómo Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz contaron su relación
Otra de las cosas que hasta ahora no se conocían es la intrahistoria de cómo decidieron contarle a todos que estaban saliendo juntos. La pareja lo ha desvelado con motivo del inminente estreno del nuevo documental de Dabiz Muñoz, donde se sinceran como nunca. "La primera vez que Cristina y yo hicimos oficial que estábamos juntos fue aquí, colgando una foto aquí", dice el chef en el adelanto promocional refiriéndose a su restaurante.
"Es como más nuestro porque en aquel entonces nos seguían muchísimo los paparazzi y David se ponía nervioso. Y yo digo: 'Pero qué más da. Si tú a tu gente ya se lo has contado y yo a mi gente ya se lo he contado, ¿qué más da?'. Digo: '¿Quieres estar conmigo? Sí. ¿Yo quiero estar contigo? Sí. Pues ya está, pues lo decimos'. Entonces nos hicimos una foto en StreetXO y, a partir de ahí, pues la gente se relajó", añade Pedroche.
La primera vez de Cristina Pedroche en el restaurante de David Muñoz
Lidiar con la prensa en esos inicios no fue el único problema que tuvieron en su relación. Aunque un detalle más anecdótico, Pedroche se asustó de primeras de la personalidad de su chico cuando visitó por primera vez su restaurante, donde, en palabras del chef, por aquellos tiempos había "un ambiente de trabajo tóxico". "La llevé al servicio para que viese lo machirulos que éramos, unos tíos llenos de testosterona y que nos dábamos golpes en el pecho pareciendo monos salidos de una cueva. Vino Cristina, se quedó 10 minutos y se fue", contaba recientemente él en una entrevista en La Ventana.
Cuando terminó de trabajar la llamó para preguntar qué pasaba y la razón de su marcha. "Si tú eres ese, conmigo no cuentes, no estoy con esa persona que está en la cocina", le contestó ella mientras que él pensó que era su chica la que se estaba equivocando al no conocer nada del mundo de la gastronomía: "Esta tía que venía de la televisión no entiende nada. Ahora lo veo con perspectiva y, al haberlo cambiado, no me da pudor pensarlo, pero me da vergüencita pensar en aquella época por cómo era aquello".