Los exigentes horarios laborales de algunos trabajos pueden suponer un factor limitante a la hora de encontrar pareja. No todo el mundo quiere compartir la vida con una persona que salga a las tres de la mañana o trabaje los festivos. Eso mismo le pasa a Raquel (31 años), una camarera y opositora de Barcelona que aún así no se rinde. Por muchos obstáculos que se topa en el camino, no se le quitan las ganas de encontrar a ese alguien que le devuelva la alegría y le dé la estabilidad que tanto añora. Tiene fe en que 'First Dates' lo haga por ella.
"Busco a un hombre que sea familiar (tiene un hijo), divertido, que le guste pasar tiempo en pareja y que tenga aficiones y que compartamos cosas", le ha confesado a Laura Boado a su llegada al restaurante. A ella lo que le gusta es la montaña, leer y las plantas. "He llegado a tener 53 plantas. No me identifico con ninguna planta, pero las personas somos como plantas. Nos tenemos que cuidar para seguir viviendo y creciendo", ha añadido ante la estupefacción de la camarera de ‘First Dates'.
Físicamente lo que le gusta es que sean más altos que ella y que sean fuertes, además de que se cuiden y sean presumidos. Le han presentado a Luis (35 años), un gerente de Port de la Selva, en Girona, que, a priori podría encajar con ella por sus horarios laborales. Al menos, está acostumbrado a esas rutinas. El problema es que físicamente no le ha encantado.
"No se parece en nada a mi prototipo de hombre", ha reconocido a las cámaras de 'First Dates'. Él ha pensado lo mismo: "De primeras no te atrae pero luego cuando hablas con ella, pues parece que es otra cosa. Físicamente es complicado, pero no me tiene que afectar esto".
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Aunque de primeras han parecido como el agua y el aceite, poco a poco se ha ido fraguando un buen plato compacto a lo largo de la cita. Eso sí, a Raquel le ha incomodado un poco la exigencia de su cita con la comida del restaurante. Ha preguntado hasta por el tipo de cocinado que tenía la tarta de queso, culpa de su profesión. Le parece fundamental saber qué come.
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Otro de los momentos más llamativos de la cita ha sido cuando Luis le ha empezado a contar lo que le apasiona. Una cosa en especial le ha llamado la atención y ha dejado sin palabras a su cita. "Me encanta comer, disfrutar de los momentos, leer no me gusta. No he leído un libro en mi vida. Lo intentaron en segundo de la ESO con ‘La fábrica de chocolate’ y no me lo leí. Entero, entero, nunca", le ha contado ante la cara de estupefacción de Raquel, que ha optado por no responder. Todo parecía apuntar a que Luis iba a tener que recurrir a alguna de las 150 frases de amor para enamorar a esa persona tan especial si queiría cambiar el rumbo de la cita.
"Yo soy de leer muchísimos libros y que no haya leído ninguno en su vida, me parece… pero bueno", ha apuntado a las cámaras de ‘First Dates' antes de que él prosiguiese como si tal cosa contándole que también le gusta mucho la pesca.
Otra de las cosas que le ha sorprendido de su cita es que solo se enamoró una vez cuando apenas tenía 14 años. Desde entonces, no ha encontrado a nadie que le provoque ese sentimiento. Con la incógnita de saber si Raquel le daría una nueva oportunidad o no, al final, la camarera ha dicho sí a una segunda cita con Luis. Lo ha hecho después de que le dedicase unas hermosas palabras en la decisión final: "A mí sí me gustaría tener otra cita porque me has aportado cosas que hace mucho tiempo que no me aportaba nadie".