Manoli ha llegado al restaurante de 'First Dates' por el mismo motivo que muchas otras personas: no quiere estar sola. Ha viajado desde Peal de Becerro, Jaén. Sabe que puede contar con cualquiera de sus cinco hijos, pero busca otro tipo de compañía. "Tienes hijos, tienes nietos, tienes para ir a todos sitios con ellos, pero cuando te metes en casa y cierras la puerta...", ha reflexionado. Carlos Sobera y el equipo del programa ha creído que iba a hacer buena pareja con Miguel.
Este frutero jubilado de 87 años tiene clara cuál es una de sus principales armas de seducción. Su primera pregunta a Manoli no ha sido otra que la siguiente: "¿Qué tal bailas?". Por suerte, la jiennense le ha contestado que muy bien. "Los hombres me felicitaban. Me decían: 'Así se baila'. Yo he ido a todos los bailes de Madrid", ha reconocido a las cámaras del programa. No ha tardado en utilizar esta arma, lo que no se esperaba Manoli es el comentario que este compartiría con ella durante el baile.
Las primeras impresiones han sido buenas. Miguel no ha tenido reparos en dirigirse directamente a Carlos Sobera: "Chapó". Él buscaba una pareja de baile y parece que la ha encontrado. La vitalidad es algo que le caracteriza, tanto que Manoli no se ha creído su edad hasta que este le ha enseñado el carné de identidad. "A mí nadie me echa 87. Quizá 70 o 70 y tantos, pero no 87 años", ha dicho. "Ay, que eres del 36", le ha comentado ella entre risas. "Aparenta menos, pero yo tampoco aparento lo que tengo", ha añadido ella, quien tiene 80 años.
Manoli y Miguel se han conocido más. Han descubierto que el que fuera frutero lleva quince días sin fumar. "Si palmo, que puede ser mañana, me voy un poco más sano", ha comentado entre risas. Él ha confesado estar muy contento con lo que había descubierto, ella se ha sentido halagada. "Me gusta de ella hasta los andares", ha añadido.
Los dos son viudos. No han tenido pareja desde que perdieron a sus parejas. Ha sido con este tema cuando Miguel ha dejado claro que, pese a sus 87 años, es un hombre apasionado. "Llevo sin echar un polvo... con las ganas que yo tengo", ha reconocido, sonrojando a Manoli. "Esas cosas surgen sin pensarlo, sin quererlo. No todo lo importante es eso", ha apuntado ella, quien ha confesado que su última vez fue hace dos años.
"El sexo a nuestra edad, pues poquito a poco. Un beso, un abrazo, un achuchón, que es lo que necesitamos nosotros", le ha apuntado ella, pero Miguel tiene claro que no se va a conformar con poco: "Y alguna cosita más". "Eso de hacer el amor no se olvida nunca", ha apuntado entre risas a cámara.
Miguel y Manoli han pasado a un reservado para tener un poco más de intimidad. El madrileño le ha confesado que le encantaría darle un beso, pero ella se ha negado. "Ya nos lo daremos", le ha contestado. "Un beso de amistad, un beso de despedida, muy bien, pero un besito de los otros no", ha explicado a cámara. Mientras hablaban ha sonado un bolero. Ha sido entonces cuando han disfrutado de un baile. Lo que no se esperaba Manoli era este comentario de Miguel: "Si me arrimo mucho a ti se me pone...". Ella, anodada, le ha preguntado: "Pero, ¿cómo puede ser? ¡A estas alturas!". Tendrá tiempo para hacerle más preguntas en la próxima cita.