El restaurante de ‘First Dates’ sigue abierto para cualquiera que quiera encontrar el amor. Noche tras noche, el programa presentado por Carlos Sobera selecciona a la decena de solteros que protagonizarán su nueva entrega; sin embargo, hay ocasiones en las que un comensal llama más la atención que otro. ‘Little Sunchine’ acaparó todas las miradas de este martes. Se presentó como un tipo negativo, de esos que odia la vida, aunque también hay aspectos de esta que le gustan y ha sido justo una de esas confesiones las que ha dejado a Lidia Torrent sin habla.
Entró a ‘First Dates’ con energía, no está muy claro si de la mala o de la buena. Lidia Torrent se equivocó al decir su nombre (Esauel ‘Little Sunchine’) y no recibió bien los halagos de Matías. “Quieres no ser tan pelota”, le respondió, incluso incidió de forma jocosa en si Matías era la pareja de Lidia, como si hubiera algo de malo en ello. “Ya no. Lo fue”, contestó ella sin tapujos.
Esauel explicó que su look es, según sus propias palabras, la consecuencia de tener traumas infantiles. También aseguró que se alimenta de las desgracias ajenas, pero su larga lista de cosas peculiares no acababa ahí. ‘Little Sunchine’ confesó que coleccionaba cráneos humanos. “¿Qué te ha pasado para coleccionar esto?”, preguntó Lidia tras unos segundos tratando de asimilar la información. “Es como la joya de la corona para mí, que hago taxidermia y colecciono huesos. Tengo un congelador lleno de cadáveres de animales donados”.
Por suerte para Esaul, ‘First Dates’ tiene experiencia en esto de escoger parejas para sus comensales. La elegida fue Elena. Cumplía todas las exigencias del comensal (“me gustan las góticas culonas y sin son pelirrojas, mejor”). También es hiperlaxa, aunque el detalle más importante es que no se asustó al ver la calavera de su cita.
Hablaron de su día a día, sus aspiraciones y sus hobbies, y no fue tan bien como cabía esperar. Elena está estudiando en la Escuela de Cine de Ciudad Real, algo que Esaul calificó como “una mierda”. No está dispuesto a tirar del carro y pagar todas las facturas, lo que sí hace cada día es cuidar de su mascota: “Tengo una pitón y no estoy hablando de mi pene”. Se entendieron hablando sobre sus gustos sexuales, o eso pensaron los espectadores hasta que llegó la pregunta final y Elena dijo que ‘no’ a una segunda cita: “Si salgo con él voy a necesitar tres años de terapia”.