Por ‘First Dates’ han pasado miles de solteros y solteras que buscaban que las flechas de cupido les alcanzasen. Ya sea por su personalidad, su físico o por su forma de entender el amor, algunos de ellos han despuntado en estas más de 2.030 entregas que ha emitido el dating show en Cuatro. Algunos han tenido citas para el recuerdo con las que han conseguido que los telespectadores lleguen a emocionarse al ver cómo conectaban y otras, en cambio, han sido tan desastrosas que formarán parte de la historia televisiva como las más memorables.
Este 2024 ha habido unas cuantas de este último grupo. Para el recuerdo siempre quedará la de Antonio (65 años), un empresario jubilado de Granada. Llegó al restaurante con su bicicleta y un remolque en el que estaba Noemí, un maniquí que lucía un look de inspiración ciclista.
La conoció en un centro comercial. Estaba tirada en uno de los contenedores y decidió adoptarla. Se ha convertido en su amuleto. Le acompaña a sus viajes e incluso mantienen largas conversaciones. Lo explicó el soltero. Dejó a Carlos Sobera y al resto del equipo atónitos con su historia. Mucho más cuando decidió hablar por boca de su muñeca para ver cómo se sentía con su cita. "Él se merece ser feliz, pero claro, tengo que hacer yo el reconocimiento que reúna las condiciones físicas y morales y que en el acto sexual le haga feliz", dijo Antonio en un tono más agudo.
Ni el conductor ni el resto supieron muy bien cómo actuar. Al final, Carlos Sobera decidió que lo mejor era normalizar las cosas. "Muy bien, Noemí. Te vamos a trasladar a la terraza para que desde allí seas testigo directo de la cita que va a tener Antonio con la mujer que le vamos a presentar", le dijo antes de ver cómo el comensal se despedía de ella con dos besos. Después de reírse con Yolanda durante la cena, la ama de casa conoció a su acompañante y aunque de primeras le ha parecido gracioso, se negaba a tener otra cita con él. Al final, Antonio se fue a su casa en compañía de Noemí.
Muy distinta a la cita que tuvo Emiliano en 'First Dates'. El empresario jubilado se pasó toda la cena con Mercedes presumiendo de los muchos ligues que tiene después de quedarse viudo hace un año. Lo hizo después de contar que acababa de sufrir un infarto. El incombustible soltero solo llevaba seis días fuera del hospital y confesó que no le hace ascos a ninguna mujer.
Su único requisito es que fuese una buena persona. "Por el resto me da igual porque yo paso de todo. Quiero decir, como si es viciosa, me da igual. Que sea normal", le espetó a Carlos Sobera al llegar a ‘First Dates’. Todo parecía ir bien con Mercedes hasta que decidió hablarle del tema amoroso. "Me siento solo, pero bueno tampoco solo porque tengo muchas amigas. Tengo 20.000", le dijo con mucha torpeza. En la decisión final, la soltera no quiso ser otra más de sus conquistas.
Para el recuerdo de los telespectadores siempre quedará también el paso de Carole (56 años) por ‘First Dates’. La motera dejó a Carlos Sobera boquiabierto con sus quejas sobre la decoración cutre de Halloween que habían puesto en el restaurante: "Uff… Qué destroy, ¿no? Un besin, monstruo", ha dicho al ver al presentador de televisión. "¡Qué horroris, de verdad! ¡Qué cutre! ¡Qué feo está esto. Mira que siempre dicen que es bonito pero vaya criterio!", continuó.
Hasta recibieron críticas las camareras. "Jo, qué feas estáis, chiquis. Me ha tocado el peor día. Habéis aprovechado para venir de resaca", dijo. Le tocó cenar con Alfredo (47 años), un empresario de un pueblito de Ávila. Pero la sinceridad y el eructo que se tiró en mitad de la cita, le echaron para atrás. "Yo directamente no podría porque somos diferentes en muchas cosillas. No he sentido esas cosillas de amor. Dame un besote", afirmó en la decisión final. Pero no le importó mucho a Carole, que intentó que un zombie que estaba por la zona se fuese con ella.
José (59 años), un corredor de seguros de Madrid, también ha destacado entre todos los solteros. En su caso por otra cuestión bien distinta. Llegó a ‘First Dates’ algo alicaído aún sin superar la ruptura con la chica con la que engañó a su mujer. Era la mujer de su vida. "Voy a beber porque me da... Algunos hombres, que somos idiotas. En vez de echar para adelante pues eché para atrás. Perdí lo que hubiera sido...", le confesó a Carlos Sobera.
El comensal reculó y trató de salvar su matrimonio sin mucha fortuna porque "al final ni con una ni con otra" y la recordará hasta que se muera. En Mónica (52 años) no encontró a esa persona que le devolviese la ilusión. Tampoco a ella, que alucinó con su situación: "Ahora mismo tú piensas en la situación que está viviendo, en su casa, con su mujer, terminándose de divorciar, por el medio ha habido otra persona, con sus hijos en casa... no sé cómo viene a First Dates. Tiene unas narices José...". Al final de la cita, ella le aconsejó que se tomase el tiempo suficiente para arreglar todos sus asuntos del corazón antes de intentar encontrar a otra mujer.