Después del emotivo paso de Andy y Lucas por el plató de ‘El Hormiguero’, las actrices Cayetana Guillén-Cuervo y Macarena Gómez se han sentado este miércoles ante Pablo Motos. Lo han hecho para charlar sobre el movimiento The Silver Credit, del que son embajadoras junto a otras compañeras de profesión españolas de reconocido prestigio. Se trata de una iniciativa impulsada por el canal AXN que busca lograr una acción en la industria audiovisual para recordar la necesidad de crear más papeles protagonistas para mujeres mayores de 50 años.
Ambas forman parte de la lista de intérpretes más reconocidas del país. En el caso de Cayetana Guillén-Cuervo (55 años) es toda una polifacética. La interpretación es cosa de familia. Es hija del difunto actor Fernando Guillén y de la veterana actriz Gemma Cuervo, además de ser hermana de Fernando Guillén Cuervo. La única excepción en su familia es su hermana Natalia.
Graduada en Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid, la madrileña comenzó muy pronto delante de las cámaras. Con tan solo 17 años realizó su primera interpretación en la serie ‘Segunda enseñanza’. Desde entonces, no ha parado de trabajar.
Ha formado parte de proyectos tanto en la pequeña como en la gran pantalla. En su currículum destacan títulos como ‘La marrana’, ‘Los hombres siempre mienten’, ‘Corsarios del chip’, ‘Todo sobre mi madre’ o ‘El abuelo’. Ha trabajado codo con codo con actores de la talla de Alfredo Landa, Gabino Diego, Antonio Resines y José Luis Garci, además de ponerse a las órdenes de Pedro Almodóvar.
Por qué Cayetana no quiere que le pregunten su edad
Durante su entrevista en 'El Hormiguero, la actriz ha revelado que no le gusta que le pregunten la edad y ha explicado a Pablo Motos el motivo: "No quiero porque tengo soy activista cultural y de todo lo que se me pone por delante. Tú me tienes que juzgar y recibir por la energía que yo te transmito y mi actitud. Pasa con las mujeres. Si ya dices mi edad, ya me estás etiquetando en una forma de ser o por mi edad. Me jode mucho. La edad es un prejuicio. A mí quiéreme, ódiame o lo que quieras pero no por mi edad", ha dicho en el programa de Antena 3, dejando claro que los 50 de ahora no son los mismos de antes. "Es que ahora las etiquetas no van conmigo. De verdad que la edad no importa. Yo siento que tengo 36", ha añadido.
El otro lado de Cayetana Guillén Cuervo
Su trabajo no se ha quedado en la intepretación. También ha ejercido de periodista al frente del programa televisivo ‘Versión española’, en el que se hacía un repaso de las mejores películas españolas, y ‘Días de cine’, entre otros formatos que compaginó con su carrera sobre las tablas. En el año 2004, llegó a presentar los Premios Goya. Sus últimos proyectos han sido de lo más exitosos, destacando su participación en ‘Machos alfa’, ‘El Ministerio del tiempo’ y la telenovela ‘Amar es para siempre’.
Cayetana Guillén-Cuervo no se ha limitado a deleitar a los telespectadores con sus dotes artísticas. Ha hecho mucho más por la profesión. Desde 2022, compagina su labor delante de las cámaras con la presidencia de la Academia de las Artes Escénicas, siendo la primera mujer en hacerlo. "Mis padres, en sus miles y miles de horas de esfuerzo, repetían la palabra 'dignidad'. Algo que ahora puedo reivindicar en los despachos representando a todas las disciplinas artísticas de las artes escénicas", dijo orgullosa en una entrevista en El Español.
Para ella romper esta barrera ha significado mucho: "Ser la primera mujer al frente de la Academia significa representar a mi gente de manera institucional, poder pedir respeto con mayúsculas por lo que significamos. No he llegado desde fuera, lo he hecho desde dentro, conociendo en profundidad estas profesiones". Por si fuera poco forma parte de la Academia de Radiotelevisión Española y de la Academia del Cine.
Su hijo rompe con la tradición familiar
No es fácil seguir en lo alto de la profesión a los 55 años, pero Cayetana Guillén-Cuervo lo ha conseguido. Su felicidad es completa porque en lo personal, la actriz está enamorado de su marido, el fotógrafo de origen palestino Omar Ayyasi. Se dieron el 'sí, quiero' en 2005 en la población ibicenca de Santa Eulalia. Conforman un matrimonio de los más estable y también de lo más discreto.
Se conocieron a principios de la década de los 2000 a través de varios amigos en común. Desde entonces, no se han separado. Es todo lo que siempre esperó encontrar en un hombre, o eso dijo en una de las pocas ocasiones en las que habló de él. Destaca su sensibilidad, su sentido del humor, su serenidad y su bondad.
Un año después de su enlace civil nació su único hijo, Leo, quien curiosamente no recibió el bautismo católico. Tres años después de su nacimiento celebraron un acto simbólico con una alternativa laica, siendo el primer madrileño en hacerlo.
Leo no ha querido seguir los pasos de su madre en el mundo de la interpretación, rompiendo con la tradición familiar. "Mi hermano sí la continúa con su hijo Manuel, que dirige cine. Pero mi hijo Leo es de ciencias puras. Está estudiando Bachillerato Tecnológico y quiere desarrollar Inteligencia Artificial con Business Analytics", dijo hace ya algún tiempo en la entrevista en El Español.
La confesión más dura de Cayetana Guillén Cuervo
Es tal el recelo de Cayetana Guillén-Cuervo con su vida privada que hasta hace no mucho no le confesó al mundo que había sido víctima de una agresión sexual de pequeña. Fue en medio de la promoción del documental ‘Mapa a Pandataria’ cuando decidió abrirse. "En mí había siempre algo, como ese secreto con el que convives. Estábamos generando Pandataria y le dije a Chevi Muraday (coreógrafo) que nunca había hablado de ello con nadie, pero quizá era el momento. Tuve una agresión sexual muy fuerte cuando tenía seis años", contaba a La Vanguardia.
"No pensaba contarlo en el documental, pero cuando escuché las declaraciones de mis compañeros, dije 'tienes que contarlo'. Lo cuento porque quiero ser justa con mis compañeros, que cuentan toda la mierda que han superado para ser quienes son. De cada diez mujeres, nueve han sufrido agresiones sexuales: forma parte de nuestro mapa emocional", añadía.