Carlos Sobera, obligado a paralizar ‘First Dates’ por el comportamiento de Cristina: "¡Qué barbaridad!"

Carlos Sobera (64 años) nunca sabe qué se va a encontrar en el restaurante de 'First Dates'. Se ha visto de todo en sus más de 2.000 entregas. Sin embargo, todos cuentan con un denominador común: quieren encontrar el amor. Cristina (47 años), una agente del Servicio de Atención Ciudadana de Valencia, lo ha intentado con ciertas dificultades. No es que no quisiese, el problema es que la comensal no ha sido capaz de especificarle al presentador qué es lo que busca en un hombre. Le ha dado tal ataque de risa que el vasco se ha tenido que paralizar el programa durante un rato. 

No había quién le preguntase nada. Se reía por cualquier comentario. "Soy muy exigente y tengo muy poca paciencia. Tiene que ser muy bueno para que alguien aguante", ha dicho antes de seguir riéndose. "Es que soy muy risueña. No sé", ha dicho minutos después del percance a las cámaras de ‘First Dates'.

Carlos Sobera ha terminado echándose a reír también: "¡Qué barbaridad! No puedo hacer ninguna pregunta. Santo cielo". Le ha costado tanto que ha dado el tema por zanjado y ha ido a por su cita. A ella le ha dado vergüenza ese ataque de risa delante de media España, pero eso no ha hecho que pare.

Iñaki (44 años), un carretillero de Barcelona, ha sido su cita de la noche. Se define como "simpático, enpatico, cariñoso y oso amoroso", algo que, a priori, no se sabe muy bien si le gusta a Cristina por la situación hilarante vivida minutos antes. A él está claro que sí porque ha admitido que si puede ser escandalosamente escandalosa, mejor que mejor. ¡Bingo!

Al ver a su cita, le ha dado otro ataque de risa. El motivo ha sido que lo ha confundido con un conocido. A Iñaki casi le da un soponcio, mientras le entregaba un obsequio, unas sales relajantes para el baño. Se ha puesto muy nervioso porque aún no se creía el bellezón que tenía delante. "La veo muy guapa para mí, pero bueno para delante como los de Alicante. Es muy elegante, muy sexy, me atrae mucho", ha admitido a las cámaras de ‘First Dates'. Se ha quedado prendado y a ella se le ha notado cierto entusiasmo. Sin embargo, una vez sentados a la mesa, la valenciana se ha enterado de que era de Barcelona. Eso le ha echado para atrás. Él, en cambio, no tiene ningún problema con eso. Haría esos kilómetros y más, si hiciera falta. 

Cristina no ha parado de reírse durante toda la cena. No hacía falta ser muy gracioso para hacerla sonreír, pero Iñaki lo es y se ha traído preparados unos cuantos chistes de su repertorio para romper el hielo en la primera cita. Eso sí, conversación poca. Les ha faltado tiempo. Por eso y porque Cristina ha desaprovechado algunos minutos acudiendo al baño para llamar a una amiga para que la asesorase.

Su único 'pero' es la distancia. "La llevo muy mal, pero también es verdad que el amor surge y también puedes cambiarte de ciudad. La vida da muchas vueltas y hay que dejarse llevar", se ha dicho a ella misma tratándose de autoconvencer. Menos mal que tienen horas y horas para estar juntos porque ambos han dicho sí a una segunda cita.