Una ama de casa de un pueblo de Valencia interrumpe su cita en 'First Dates' para despachar a otro pretendiente (rico) por teléfono

Jose y María han acudido a 'First Dates' en busca de alguien que les haga compañía después de quedarse viudos

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

First Dates
Cuatro

No hay nada más triste que padecer la soledad. Sentir que no tienes a nadie, y mucho más a cierta edad, puede ser desolador. Si no que se lo digan a María (85 años). Esta ama de casa de un pueblito de Valencia ha llegado a ‘First Dates’ en busca de un hombre que le haga compañía y ya. Si puede ser que le guste bailar los fines de semana, mejor. Además debe ser cariñoso y aseado, dos requisitos indispensables para ella después de enviudar hace ya ocho años. Por lo demás, se adapta a todo.

José paarecía cumplir con sus expectativas. El gerente jubilado de Elche, Alicante, que en su día se dedicaba a la producción de zapatos, al menos es limpio. Eso sí, está algo rellenito para los gustos de María. "Es un poco gordito, pero eso no tiene remedio. No le vamos a quitar la carne ahora", ha confesado a las cámaras de ‘First Dates’. Pero, como Jose ha dicho poco después, ni él es Robert Redford ni ella, Claudia Schiffer.

La cena ha comenzado un poco fría. A medida que ha avanzado el tiempo y se han ido conociendo más, la cosa ha empezado a cuajar. Ambos comparten su odio hacia la soledad, además de ser viudos. "Llevo 25 años viudo. Desde entonces, he estado disfrutando de la vida, pero no me he vuelto a casar", le ha confesado el jubilado ante la sorpresa de su cita. Ella sí ha estado casada, en dos ocasiones: "El mío hace 40 años que se murió y, luego, con el señor que me junté, estuve 25 años, pero también se ha muerto". La cara de Jose se le ha desencajado: "María me vas a poner en un aprieto porque si se te han muerto los dos, voy a ser yo el siguiente".

También les unen cosas más amenas, como su pasión por viajar y el amor por el baile. De hecho, viendo lo bien que iba la cita, José no ha dudado en invitarla a recorrer el mundo si la economía lo permite. Tanto José como María, que viven de alquiler, solo cuentan con la pensión de jubilación. Algo que ha alegrado a María, que se niega en rotundo a compartir sus días con alguien más desahogado económicamente que ella.

Poco después se ha entendido la razón. En medio de la cena, María ha recibido una llamada por la que muchas citas hubiesen huido despavoridas. "Calla, por favor. No puedo contestarte. Hala, adiós", le ha dicho a la persona que le ha llamado. A las cámaras de ‘First Dates’ ha explicado que se trata de un pretendiente rico de Torrent, al que ha rechazado en varias ocasiones. "Lleva ya diez meses detrás de mí y yo le digo ‘búscate a otra y no me llames más’", ha contado. Sí, le llama todos los días. 

José ni se ha molestado en preguntarle nada. Simplemente ha proseguido con la cena como si no pasase nada. "¿Dónde te gustaría vivir?", le ha preguntado antes de dejarle claro que a él le da lo mismo. "Es verdad que donde vives es muy pequeño. Yo necesito médicos porque hace cinco años tuve un cáncer. Lo he superado pero tengo que seguir con el tratamiento", ha apuntado. 

El soltero no quería engañar a su cita en ese aspecto. Asegura que está "más allá que aquí". "Lo que tengo normal es la fachada, pero el motor lo tengo sin cilindrada ninguna", ha reconocido a las cámaras de ‘First Dates’. Ante esto, María le ha asegurado que no le importaría vivir con él en Elche, siempre y cuando haya algún sitio para mover el esqueleto. La cita no podía ir mejor. 

Después de bailar un pasodoble en el reservado del restaurante más famoso del mundo, José y María han dicho ‘sí’ al unísono, pero con la condición de que el hijo de María le conozca antes: "Quiero que me presentes a tu hijo, que sepa de qué pie cojeo, si quiere enterarse, y conocer tu pueblo. No quiero otra cosa". María el único impedimento que ha puesto es no mantener relaciones sexuales. No está para esos trotes: "Cuestión de cama, estaremos ya dados de baja, ¿no?", dice ella mientras que José confirmaba la petición de su cita: "Solo para dormir".