Ya son dos días los que María Patiño no ha presentado 'Sálvame Lemon tea'. La versión más british del programa se queda sin una de sus dos presentadoras (de momento), y la encargada de sustituirla está siendo Adela González Acuña. El rostro de 'Socialité' está disfrutando de unas merecidas vacaciones lo que ha supuesto un ascenso para la recién llegada al programa. Uno que coincidió con una mejora de los datos las audiencias de la cadena.
Adela González Acuña llegó a 'Sálvame' el pasado 7 de febrero. En estas pocas semanas la hemos visto liderando algún debate en plató o como reportera en el concierto homenaje a Rocío Jurado. Es en estos días cuando estamos descubriendo el quehacer de la vasca, que cuenta con más de años de experiencia, una que le ha llegado, entre otros sitios, a 'La redacción' de Telemadrid. El programa estaba producido por La Fábrica de la Tele y puede que justo ese fuera el puente que le ha traído hasta 'Sálvame'.
La periodista no se había enfrentado antes a un programa de este tipo, y llegó justo cuando se producía la precipitada salida de Paz Padilla. Pese a ello, aseguró estar muy contenta con esta oportunidad, especialmente después de su polémico despido de ‘Madrid Directo’ en octubre del pasado año. Pero, como ella mismo ha dicho: "La vida cambia en un segundo". Llega al programa que ocupa las tardes de Telecinco para con un claro cometido: "Contextualizar y aportar datos relevantes que actualicen, complementen o resuman las informaciones y los temas que se traten en cada edición de ‘Sálvame Naranja".
Este salto al espacio de tarde "supone un nuevo registro, un tono desenfadado con el que aportar datos e informar de historias que entretienen y emocionan”, admitía con ilusión en un comunicado compartido por la cadena. González aseguró con convicción que es ahora cuando "necesitamos más evasión que nunca"; es por eso que 'Sálvame' se le antojaba como el proyecto perfecto para ella.
Un duro golpe
Adela González se centra este reto profesional después de sufrir el golpe más duro que le puede deparar la vida a una madre: la muerte de su hija de ocho años a consecuencia de un cáncer de pulmón. “Quimio, cirugía, radio y más quimio, cerca de 10 meses. No imaginábamos que un cuerpo tan pequeño y mermado por un tumor sería capaz de capear semejante temporal, y lo hizo. No sin complicaciones”, escribía en Deia.eus en una conmovedora carta firmada por ella y su marido, Mikel Mas, donde relataron todo el proceso.