Se habla de 'ojo seco' cuando existe una mala lubricación del ojo, ya sea porque hay una baja cantidad de lágrima, porque esta es de mala calidad o bien porque se evapora en exceso. La modalidad más frecuente de este trastorno suele presentarse en las mujeres a partir del climaterio. En los hombres se da algo menos, pero a edades similares. También las cataratas se asocian con el paso de los años, aunque hay tipos a todas las edades, incluso infantiles, y son la primera causa de déficit visual y ceguera en el mundo.
Lo más efectivo cuando los ojos arden
Los síntomas más habituales del ojo seco son quemazón, ardor, enrojecimiento, picor, sensación de arenilla... A veces llega a dificultarse la visión. "Esa dificultad puede ser muy importante en las formas más graves de esta patología, si bien las mismas se dan con poca frecuencia –explica el doctor Rafael I. Barraquer, Director Médico Adjunto del Centro de Oftalmología Barraquer (miembro de TopDoctors)–. Aunque suele ser un problema crónico, a veces puede estar relacionado con la ingesta de cierto medicamento o con una alteración del párpado que puede corregirse".
Lo más usual para tratarlo es utilizar humectantes. "En niveles avanzados puede limitarse la pérdida de lágrima ocluyendo los canalículos de drenaje lagrimal e incluso estimular su producción. Según la causa, hay tratamientos más específicos como antiinflamatorios, mejorar el estado de los párpados...", explica el médico.
¿Todos tendremos cataratas?
En cuanto a las cataratas, algunas teorías dicen que si viviésemos 150 años, todos las tendríamos. "Hay personas –añade el médico– con una progresión lenta y otras que evolucionan más rápido. Se han relacionado con el tabaquismo, ciertos medicamentos, diabetes...".
Las cataratas se producen cuando el cristalino, una de las lentes de nuestros ojos y que suele ser transparente cuando nacemos, va amarilleando con los años hasta volverse opaco. Esas son las más habituales, las que "se deben al envejecimiento de las proteínas del cristalino, posiblemente por la oxidación que causa el paso continuo de la luz. Pero existen también cataratas congénitas o por malformación, y a cualquier edad pueden darse por traumatismos, a consecuencia de otras enfermedades, a ciertos medicamentos como los corticoides...", cuenta el doctor Barraquer, especialista en cirugía de la catarata.
Un colirio para frenarlas
Existen colirios, como el lanosterol, al que se les atribuye la capacidad de frenar las cataratas. "Se trata de líneas de investigación que están en una fase preliminar", apunta Rafael I. Barraquer. En la actualidad, el tratamiento más efectivo y avanzado contra ellas es la cirugía. "La actual es ambulatoria, bajo anestesia local. A través de una incisión milimétrica sin suturas, se reemplaza el cristalino por una lente intraocular que compensa los defectos ópticos preexistentes y, en el caso de las multifocales, permite buena visión sin gafas a todas las distancias –explica el oftalmólogo–. El empleo de láser de femtosegundos mejora la precisión y seguridad de la operación aunque de forma modesta, ya que la técnica estándar es de por sí muy precisa y segura. Siguen en desarrollo diversas ideas para sustitutos del cristalino que lleguen a restaurar por completo la función acomodativa del ojo". Hasta dentro de bastantes años, no se espera que sean viables tratamientos efectivos no quirúrgicos (farmacológicos, incluso ópticos) contra las cataratas.