De media, cada persona pasa al año entre dos y cuatro catarros… o alguno más si tiene niños cerca. Dolor de garganta, mucosidad, tos, estornudos... Son síntomas que no ponen en peligro la salud, pero sí resultan molestos y reducen nuestra calidad de vida. Por eso, cualquier medida es buena con tal de disminuir las posibilidades de contagio. Aquí tienes las más relevantes:
- Evita las aglomeraciones. La primera vía de contagio son los virus que desprenden otras personas al estornudar o toser cerca de ti. Evitar que esos virus penetren en tus vías respiratorias es difícil, así que lo mejor es cuidar tu alimentación (con la máxima cantidad de alimentos frescos) y tu descanso. Serás menos propenso a estas infecciones, pese a ese entorno adverso.
- Lávate las manos. Son muchos los estudios que han comprobado que esta sencilla y barata medida puede ayudar mucho. A lo largo del día tocamos multitud de superficies infectadas por virus (que pueden permanecer allí durante horas) y luego nos llevamos las manos a la nariz, la boca o los ojos. Lavándote reduces la presencia de esos microorganismos.
- Ojo con la calefacción. Procura que la temperatura interior no sobrepase los 20° para evitar los contrastes con el exterior. Si es muy superior, se resecará el ambiente y tus mucosas estarán más sensibles y anidarán más los virus.
- Que no te falte vitamina D. Según un estudio de varias entidades médicas americanas, esta vitamina puede ayudar a prevenir resfriados. Toma pescados azules, yema de huevo y cereales integrales. Y exponte al sol unos 10 minutos al día para que tu cuerpo pueda absorberla bien.
- Más ejercicio, menos catarros. Una investigación de la Universidad de Virginia ha demostrado que las personas que practican ejercicio moderado durante 20 minutos al día reducen en un 40% las posibilidades de contraer un resfriado.
Hábitos que curan
Algunas medidas fáciles de llevar a cabo te ayudarán a sobrellevar un resfriado si no has podido evitarlo. Por ejemplo:
- Toma líquidos. El caldo de pollo no es un simple remedio 'de la abuela', ya que se ha demostrado que fluidifica las secreciones. También el agua con miel, el té con limón y las infusiones (eucalipto o saúco) te ayudarán a limpiar las vías respiratorias.
- Mantén una actitud positiva. Es otra forma de reforzar el sistema inmunitario, según un reciente estudio realizado por la Universidad de Kentucky (EE. UU.).