Doce mitades de nueces al día. Esa es la cantidad que la Comisión de Nueces de California recomienda comer – tras revisar los múltiples estudios que se han publicado al respecto– para obtener todos los beneficios saludables de este fruto. Que no son pocos.
Guardan un secreto: la nuez es el alimento “amigo” del corazón. Y su secreto ha sido reconocido y publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea: es el único fruto seco que aporta un exclusivo nutriente, el ácido alfalinolénico (un tipo de ácido graso omega 3). Se ha demostrado que este mejora la elasticidad de los vasos sanguíneos, reduce el colesterol LDL “malo” y regula la tensión.
“Píldoras” de salud
Las nueces aportan un cóctel ideal de nutrientes. Por ello, si las tomas con moderación, tu salud gana:
Ayuda anticáncer. Según una investigación publicada en “Nutrition and Research”, podrían ayudar a reducir el crecimiento de tumores.
Aliadas de tu mente. Se ha demostrado que sus antioxidantes contribuyen a prevenir el deterioro cognitivo. Y su magnesio ayuda a tener el cerebro activo.
Controlan la diabetes porque tienen grasas buenas que se sabe que contribuyen a mejorar el metabolismo y a regular la glucosa.
Una opción ligera
Lo descubrieron por casualidad cuando intentaban demostrar que comer nueces reduce el colesterol: su ingesta ayuda a adelgazar. Los investigadores se dieron cuenta de que los sujetos del estudio, además de reducir un 10% su colesterol, perdían peso y lo atribuyeron a su riqueza en fibra y a su poder saciante. Por ello, es buena idea que las incluyas con moderación en tus recetas:
Pícalas. Resultan óptimas para espolvorear postres, pero también para rebozar pescados como el salmón, carnes blancas...
Tuéstalas. Así se realza su sabor dulce. Hornéalas 8-10 minutos a 180º C o saltéalas con una pizca de aceite de oliva en una sartén sin dejar de remover.
“Blanquéalas”. Esta técnica consiste en hervirlas y dejarlas secar. Después puedes aliñarlas y añadirlas así a tus ensaladas.
Puedes disfrutar de ellas todo el año
Cómpralas en otoño... Las nueces se recolectan de septiembre a noviembre, por lo que esta es están su mejor temporada. Son un alimento semifresco, lo que significa que con un almacenaje apropiado se pueden comer hasta varios meses después.
Cómo almacenarlas... Si el paquete de las nueces está abierto puedes conservarlo hasta 6 meses en el frigorífico, pero debes guardarlas en un envase bien cerrado. Otra opción –si las vas a consumir al cabo de un mes o más– es meterlas en el congelador. Así podrás comerlas hasta un año después.