Que dormir poco aumenta el riesgo de padecer todos los trastornos que acabamos de mencionar está demostrado por muchísimos estudios. Pero no solo eso es peligroso. También lo es dormir pero no hacerlo descansando bien, o sea, sin que el sueño sea 'reparador'. Cuando esto ocurre, la memoria empeora e incluso aumentan las probabilidades de sufrir alzhéimer.
Y tú, ¿cómo duermes?
Si te despiertas cansada. Hay situaciones médicas que pueden justificar que suceda, como padecer fibromialgia o problemas en las tiroides. Pero si, una vez descartada una patología concreta y tras dormir de 7 a 8 horas, te sigues despertando cansada, es señal inequívoca de que tu sueño no es reparador.
Si te despiertas cada noche varias veces. Como el sueño pasa por distintas fases, cuando se interrumpe durante la noche, puede suceder que nunca llegues a las más profundas. Y justo estas son las esenciales para que el organismo pueda recuperarse.
Algunos 'saboteadores'
El móvil. No lo uses (ni ningún otro aparato electrónico) a última hora del día. La radiación que emiten dificulta la entrada en las fases reparadoras del sueño y, además, acorta el tiempo que pasas en la profunda. Lo asegura una investigación del Instituto Karolinska (Suecia).
Ruidos familiares. A veces, nos acostumbramos a cierta contaminación acústica, tanto que llegamos casi a no percibirla. Pero, aunque seas capaz incluso de dormirte con ese ruido de fondo, el mismo te afecta y puede provocar en tu cerebro microdespertares que hacen que tu sueño sea superficial. Utilizar tapones para dormir puede ser una buena solución.
Algunos medicamentos. Una reciente investigación canadiense asegura que los diuréticos pueden tener entre sus efectos secundarios calambres nocturnos que pueden despertar. También algunos fármacos para el corazón o las tiroides, o los broncodilatadores pueden alterar el sueño.
Una copita con la cena. La sensación puede ser que esa copita ayuda a relajarse y, por tanto, a dormir. Pero lo cierto es que a las 4 horas de su ingesta, cuando ya estás durmiendo, puede interrumpir el sueño y favorecer las apneas.
La siesta mal entendida. Dormir a media tarde puede mejorar o empeorar el insomnio. Todo depende de cómo se haga. Si ese parón no dura más de 20 minutos, resulta positivo. En cambio, las siestas que superan los 30 minutos aumentan la sensación de no haber descansado y, a veces, aumentan la irritabilidad y dan lugar a dolores de cabeza.
Las plantas que vienen en tu ayuda
Algunas flores u hojas tomadas en infusión actúan como verdaderos somníferos. Por ejemplo, las de la pasiflora. Otras opciones son la valeriana, la tila, la melisa y la lavanda.