Época de celebraciones: la más guapa de la fiesta

No se trata solo de acertar al maquillarte, antes debes preparar bien tu rostro para que resplandezca

Si de verdad quieres estar radiante esta Navidad, no puedes dejarlo todo para las fechas claves. Dos o tres jornadas antes, aplícate una mascarilla revitalizante para ir eliminando del rostro las huellas que el estrés va dejando en él. Te ayudará también a 'levantar' las facciones, pues le devolverá turgencia a la piel, y a atenuar las arrugas. Cuando vayas a acostarte la noche anterior (come ligero y métete en la cama temprano para descansar bien), utiliza un gel drenante que minimice las bolsas bajo los ojos.

Como recién salida de casa todo el día

PASO 1. Menos arrugas. Empieza la jornada con una buena ducha relajante e hidrata en profundidad toda tu piel (si tienes una hidratante con partículas irisadas es la ocasión perfecta para usarla). Limpia también muy bien tu rostro e hidrátalo. Luego, sobre la crema de día, aplica una ampolla flash, repartiéndola por toda la superficie del rostro: como por arte de magia, su piel se tensa. Como alternativa o a continuación puedes emplear una prebase sobre las que el maquillaje queda mucho mejor (y resulta más duradero) porque sus siliconas rellenan las arrugas y cierran los poros dilatados.

PASO 2. Uniformar el rostro. Cuando la ampolla flash y/o la prebase estén secas del todo es el momento de aplicar la base. Es importantísimo que la escojas justo de tu mismo tono de piel para evitar el efecto máscara. También contribuye a evitarlo que pongas unas gotas de la base en la parte central del rostro y desde allí la extiendas hasta los extremos: así llega a ellos diluidos.

PASO 3. Es la hora del iluminador. Ponlo en las zonas que veas más hundidas: en las ojeras, en los surcos de la nariz, en las patas de gallo. Sus pigmentos difusores camuflan las imperfecciones, además de aportar luminosidad.

PASO 4. Un maquillaje potente para los ojos. La Nochevieja admite un maquillaje tan extremado como el de cualquier otra fiesta. Emplea un lápiz de ojos o un khôl y perfila el párpado superior por el exterior. Luego, difumina la línea hacia el interior del párpado. Recuerda que las sombras muy oscuras pueden hacerte parecer más mayor.

PASO 5. Rubor en boca y mejillas. Cuanto más hayas destacado el maquillaje de los ojos, más suave debe ser el de los labios y viceversa. Es importante que logres tenerlos todo el día bien hidratados. Para ello, lo mejor es recurrir a barras de acabado cremoso y ricas en pigmentos. En cuanto al colorete, los rosados suelen favorecer a casi todo el mundo. Úsalo en polvo. Puedes aplicar algo más de lo habitual.