Dar el pecho proporciona satisfacción a las madres y mejora el vínculo madre e hijo. Pero además, es muy bueno para la salud de la mujer. Ayuda a recuperarse mejor tras el parto, disminuye las posibilidades de sufrir cáncer de mama, ayuda a adelgazar y mejora la calidad del sueño de la mujer lactante, entre otros beneficios.
Mejora la recuperación tras el parto
Amamantar al recién nacido en la primera hora tras el parto disminuye el riesgo de sangrado, lo que hace que la recuperación sea más rápida y el estado físico mejore. Esto es así porque al succionar, el bebé libera oxitocina, una hormona que hace que la musculatura se contraiga. También actúa para que el pecho saque leche y provoca contracciones en el útero, lo que le ayuda a recuperar el tamaño que tenía antes del embarazo.
Reduce el riesgo de cáncer de mama...
Dar pecho disminuye el riesgo de sufrir cáncer de mama. Cuanto más meses se amamante, menor es la posibilidad de padecerlo, según la Asociación Americana de Ginecología y Obstetricia. No se puede decir que lo evite, porque influyen otros factores, pero sí que se ha comprobado que hay menor incidencia y riesgo.
... y de ovario
Al dar el pecho no se ovula y este reposo de los ovarios posiblemente es el responsable de la menor incidencia de cáncer de ovario.
Ayuda a adelgazar
La lactacia ayudar a perder peso poco a poco porque logra que la grasa se reduzca más rápidamente. Esto es así porque para fabricar leche la mujer gasta unas 500 calorías diarias. Según varios estudios, a partir de los seis meses, es más frecuente que las mujeres que amamantan recuperen el peso que tenían anterior al embarazo que las que no han dado el pecho.
Disminuye la ansiedad
La oxitocina, también conocida como hormona de la felicidad, ejerce un efecto calmante en la madre, lo que reduce la ansiedad. Cada vez que la madre da el pecho al recién nacido se incrementan los niveles de oxitocina, que también aumenta el vínculo con el bebé.
Y la diabetes
Amamantar reduce el riesgo de sufrir diabetes tipo 2 porque las mujeres tienen un mejor metabolismo de los azúcares. Y cuanto mayor sea el tiempo de la lactancia materna, menor es el riesgo de diabetes.