La hipertensión arterial, por regla general, no provoca síntomas, por lo que no solemos acordarnos de ella hasta que se manifiesta de una forma un tanto alarmante. No olvidemos que una hipertensión, es decir, cuando la presión que ejerce la sangre sobre los vasos sanguíneos es alta, puede ocasionar problemas coronarios importantes. Por eso, lo más importante que tenemos que hacer es tomárnosla de vez en cuando, sin bajar la guardia, y no hacer un consumo excesivo de la sal.
Puedes controlarla en casa para evitar el 'síndrome de la bata blanca'. A menudo, las personas cuya tensión es controlada por personal médico dan unos cifras elevadas debido a los nervios del momento. Por eso, existen aparatos de medición caseros que pueden dar resultados más fiables, ya que la persona se mide la tensión tranquilamente, sin presiones externas. Eso sí, utiliza un aparato homologado y mide la tensión antes de las comidas, procurando sentarte cinco minutos antes para estar totalmente en reposo. Apunta los resultados durante una semana y luego consúltalos con tu médico o farmacéutico.
Evitar la sal y algo más
Además de reducir o evitar el consumo de sal en tus platos, otras recomendaciones saludables cuando tus niveles de tensión están un poco altos són:
• Actividad diaria. Se ha demostrado que las personas sedentarias tienen un 70% más de probabilidades de padecer hipertensión. Hacer ejercicio te ayuda a ensanchar los vasos sanguíneos y reducir la presión arterial. También se sabe que el sobrepeso está relacionado con esta patología.
• Duerme bien y relájate. Estudios recientes han demostrado que tanto el estrés como dormir pocas horas eleva el riesgo de sufrir hipertensión. Por un lado, la hormona que liberas en situaciones de estrés (adrenalina) hace que se contraigan los vasos sanguíneos. Por otra parte, el relax que te proporciona el buen dormir permite que tu corazón 'se relaje' y la presión arterial baje.
• Cuidado con la sal oculta. Hay alimentos, como los embutidos, las conservas, los encurtidos y los quesos, que pueden contener sal entre sus ingredientes, y en cantidades que pueden resultar perjudiciales. Lee bien las etiquetas de los productos envasados.
• Evita la bollería. A pesar de su sabor dulce, aportan una buena cantidad de sodio.
• Toma el sol a diario. Los estudios sugieren que existe una relación entre la falta de vitamina D y la hipertensión. Esta vitamina evita el envejecimiento prematuro de las células que puede hacer que los vasos sanguíneos se estrechen. Ahora que viene el buen tiempo, basta con que tomes 15 minutos diarios de sol (sin protección) para que tu cuerpo puede segregar la vitamina necesario. Eso sí, no excedas ese tiempo y evita las horas de más calor.