Relaja la mente, activa la circulación sanguínea, mejora el funcionamiento del corazón, los pulmones y el intestino, disminuye el dolor muscular, ayuda a adelgazar, protege los huesos, sube los ánimos, facilita las recuperaciones tras una lesión o fractura ósea, aumenta las defensas... Estos son tan solo algunos de los numerosos beneficios que comporta para la salud un ejercicio tan sencillo como andar a paso ligero unos 30 minutos al día (si no dispones de esa media hora libre seguida, opta por fragmentar los paseos en distintos momentos).
Sácale partido
Para aprovechar al máximo las ventajas de este saludable hábito, sigue estos consejos:
La importancia del calentamiento. Inicia siempre la marcha con 5 minutos a ritmo lento para templar los músculos. Luego aumenta la velocidad de tus pasos y sé constante. Acaba bajando la intensidad durante unos minutos y haciendo unos sencillos estiramientos.
Elige el calzado adecuado. Sean zapatos o deportivas, han de ser cómodos y el pie debe quedar perfectamente sujeto.
Adopta una postura correcta. Intenta mantener la espalda recta y los hombros relajados. De este modo los músculos trabajan mejor y los pulmones pueden coger más aire. Para equilibrar tus pasos, movilizar todo elcuerpo e incluso quemar más calorías, camina avanzando el brazo contrario a la pierna que quede atrás. Y, al levantar un pie del suelo, primero apoya el talón y luego toda la planta hasta llegar a la punta de los dedos.
Dosifica tu esfuerzo. Debes andar a paso ligero pero sin fatigarte mucho ni perder el aliento, controlando tu respiración. Para no sobrecargar tus articulaciones, procura dar pasos cortos y marcados.
Dónde y cuándo hacerlo. Si vas a caminar por la ciudad, hazlo preferentemente por parques y espacios verdes con terreno blando para no acusar el impacto del asfalto. En el campo, escoge el tipo de camino según tu preparación para este ejercicio. En cuanto al mejor momento del día, las primeras horas son idóneas para empezar la jornada con energía, mientras que entre las 7 de la tarde y las 10 de la noche es la franja horaria más adecuada si quieres descargar tensiones.
Si necesitas motivación extra...
Seguramente estos datos te servirán de empujón para lanzarte a caminar:
- Reduce el riesgo de hipertensión entre un 35 y un 52% y ayuda a controlar el colesterol.
- Favorece a los enfermos de diabetes puesto que aumenta la tolerancia a la glucosa.
- Disminuye el estrés ya que libera endorfinas, la 'hormona de la felicidad'.
Un paseo descalza por la arena
Si tienes la posibilidad de caminar por la playa no la desaproveches, ya que el efecto estimulador del flujo sanguíneo se multiplica con el relajante masaje de la arena sobre los pies. El movimiento de las olas y el yodo del agua ayudan a prevenir las varices.