Espárragos de China, kiwis de Nueva Zelanda, peras de Bélgica, garbanzos mexicanos o carne francesa... Son algunos ejemplos de los largos trayectos que siguen muchos alimentos hasta acabar en nuestra cocina. Frente a ello, asociaciones de consumidores, agricultores y hasta la misma Unión Europea están promoviendo la recuperación del comercio y consumo de los llamados productos de proximidad, km 0 o de cadena corta.
Los beneficios que aportan
Respetan más el medio ambiente. Al producirse cerca de donde se comercializan, se reducen las distancias que recorren y el impacto de su transporte en el medio ambiente es menor, disminuyendo las emisiones de CO2. Además, al no requerir tanto embalaje para su protección, generan menos residuos.
Llevan menos aditivos, ya que los productos de lejana procedencia suelen contener conservantes para su buen mantenimiento.
Están en su punto de maduración. Los productos de proximidad se suelen recoger en su mejor momento de maduración, puesto que en poco tiempo llegarán a los consumidores.
Saben mejor. Por este motivo, al ser más frescos, podemos disfrutar de un sabor y aroma más intenso.
Conservan más nutrientes. Como el periodo entre recogida y venta es breve, no son necesarios sistemas de conservación o congelación y mantienen mejor sus propiedades nutricionales.
Son más económicos. Al suprimirse intermediarios y ser menores los costes de transporte y almacenamiento, resultan más baratos. Y además, su comercialización favorece la economía local.
Fíjate en las etiquetas
Iniciativa europea. La Unión Europea ha propuesto la creación de un sistema de etiquetado sencillo para identificar y dar mayor visibilidad a estos productos.
Hecho cerca de casa. Aunque no haya todavía una normativa común, cada vez más agricultores y productores destacan que son alimentos de proximidad. De momento, según la comunidad autónoma, en el mercado puedes encontrar productos con la etiqueta 'Km 0, hecho al lado de casa', que certifica que cumplen este requisito y suele aportar información sobre su origen, calidad, etc.
Proximidad no es igual que ecológico
No lo confundas. Aunque a menudo el consumidor los identifica como sinónimos, un producto de proximidad no tiene por qué ser ecológico. Este término engloba otros aspectos, como el no empleo de productos químicos (abonos, plaguicidas...) y el uso de procedimientos sostenibles.
El 'Eslow Food' y los restaurantes km 0
El movimiento 'Slow Food', que nació en Italia en los años 80, se ha extendido por todo el mundo. Promueve el respeto por el medio ambiente fomentando canales cortos de distribución alimentaria. Entre otras actividades, ha creado una lista de restaurantes km 0. En ellos, el 40% de los ingredientes de un plato deben proceder de un productor a menos de 100 km de distancia.