Puede parecerte fácil pero hay tantos colores y texturas que es fácil equivocarse y no lograr el objetivo que tenemos al usarlo: revitalizar y rejuvenecer el rostro. Te damos algunas claves para que aciertes.
Qué color te favorecerá más
Los que suelen sentar mejor a mayor número de mujeres y en cualquier estación son los tonos rubor (corales y rosas-rojizos de distinta intensidad): proporcionan siempre un aspecto juvenil y muy saludable.
Si tienes la piel mate, los coloretes con tonos tostados resultan ideales para ti. También si tu rostro es redondeado, porque te ayudarán a afinarlo.
A las pieles jóvenes y/o ligeramente bronceadas, les favorecen los rosas pálidos y los tonos melocotón.
En polvo o en crema
Si vas a utilizar colorete en polvo, extiende antes una fina capa de polvos traslúcidos: así evitarás que se acumule en antiestéticas ronchas sobre las mejillas, entre otras cosas porque la brocha se deslizará mucho mejor. Recuerda que debes siempre sacudir esta última tras impregnarla de colorete antes de aplicar el producto en tu rostro para que no se deposite en exceso sobre él.
Escógelo mejor líquido o en crema si no quieres utilizar base de maquillaje: el resultado será mucho más natural, porque se fundirá mejor. Por supuesto, el rostro deberá estar igualmente bien hidratado. En este caso, la 'brocha' será la yema de tus dedos, aunque también puedes utilizar un aplicador en esponja. Es muy importante que se extienda a conciencia para que se funda bien con la piel. Hay fórmulas que incorporan principios suavizantes, hidratantes...
Si usas el colorete encima de la base, lo más acertado es que ambos tengan el mismo acabado (polvo o fluido).
Al aplicarlo
Debes forzar la sonrisa frente al espejo para que sobresalgan bien los pómulos. A partir de ahí:
- Traza círculos justo sobre la 'manzana' del pómulo y transmitirás la sensación de rostro saludable.
- Si quieres destacar mucho los pómulos, debes trazar un 'ocho' desde la mejilla a la oreja.
- Utiliza dos tonalidades si necesitas afinar tu rostro: bajo el hueso, para resaltarlo, aplica uno marrón; en la parte más prominente, emplea uno rosado.