Si te interesa cuidarte y mantenerte en forma tanto por fuera como por dentro, seguro que habrás escuchado hablar de la microbiota y del estrecho vínculo que guarda con la salud. Y es que, este conjunto de microorganismos que viven en nuestro cuerpo, tiene una relación de simbiosis con las células humanas que ayudan a mantener el organismo en equilibrio.
Y, aunque seguramente relaciones la microbiota con la salud intestinal, lo cierto es que estos microorganismos se encuentran en, prácticamente, todo el cuerpo humano, incluso en la vagina. De hecho, el aumento del interés por este fenómeno está ayudando a descubrir más sobre el papel que la microbiota vaginal juega en la salud femenina.
¿Sabías que la vagina es un inmenso ecosistema que contiene más de cien billones de microorganismos? De hecho, son los encargados de protegernos de muchas infecciones. Sobre todo, los Lactobacillus, una especie de bacteria que predomina en la microbiota vaginal en un porcentaje mayor del 70%. Los estudios aseguran que, una menor presencia de Lactobacillus se asocia a trastornos relacionados con infecciones del tracto urinario.
Te descubrimos la importancia de estos microorganismos en la salud íntima femenina y cómo mejorar problemas como picores o candidiasis con ayuda de los probióticos como Lactoflora.
La importancia de los Lactobacillus
Los Lactobacillus son los microbios predominantes en la microbiota vaginal y se alimentan de los nutrientes y la glucosa presentes en el flujo produciendo ácido láctico a cambio, lo que mantiene el pH vaginal en rangos ácidos (ente 3.5 y 4.5).
¿Qué más factores influyen en la composición del flujo? Básicamente, las hormonas y algunos factores externos como la actividad sexual, el consumo de ciertos medicamentos, el tabaco o un exceso de higiene íntima.
Problemas de una floral vaginal alterada
Cuando la microbiota vaginal presenta un desequilibrio, es decir, disminuyen las poblaciones de Lactobacillus y se incrementan los microorganismos patógenos, aumenta el riesgo de una infecciones vaginales.
Una de las más comunes es la candidiasis, que se produce como consecuencia del crecimiento un hongo que condiciona un cambio en el flujo vaginal, el cual se vuelve más espeso y grumoso así como por un picor intenso que empeora la calidad de vida.
Por otro lado, cuando las especies que proliferan son distintas bacterias puede aparecer lo que conocemos con el nombre de Vaginosis Bacteriana que no es una infección en sí misma, pero puede causar síntomas molestos como incomodidad genital o un flujo abundante y con un intenso mal olor.
Si bien el tratamiento de estas entidades debe hacerse con el antifúngico o antibiótico correspondiente, los probióticos constituyen una herramienta muy útil para mejorar el problema de base: la alteración de la flora vaginal.
Lactoflora es un protector intimo que está formulado con probióticos y vitamina A, que contribuye al mantenimiento de las mucosas en condiciones normales y al funcionamiento normal del sistema inmunitario también en la mucosa vaginal.
Beneficios de los probióticos
Existen estudios en los que se demuestra que la administración oral de ciertas cepas de probióticos consigue modificar la microbiota vaginal y restaurarla, evitando así la aparición de estos problemas.
De hecho, han demostrado que los probióticos como Lactoflora (junto con el tratamiento habitual) ayudan a restituir significativamente la flora vaginal y una tasa mayor de curación en la vaginosis bacteriana, así como una disminución sufrirlas en el futuro.
En definitiva, el uso de probióticos como Lactoflora puede ayudarnos a restaurar el patrón normal de la flora vaginal y así disminuir el riesgo de aparición de infecciones.