Si el año pasado Sara Sálamo (32 años) consiguió ser una de las asistentes más comentadas en la alfombra roja de los Premios Goya 2023 por haber acudido a esta sin nada de maquillaje en la cara. De hecho, ella misma comentó que le sorprendió "que a alguien le pueda parecer un acto de valentía que me muestre tal y como soy. Esa fue la señal que me hizo seguir adelante con esta acción”. Pues bien, parece que este año la actriz ha querido seguir con esa tendencia que empezó en 2023 y con la que está dispuesta a romper las reglas establecidas socialmente para este tipo de eventos. ¿Y qué ha decidido hacer? Muy fácil, la canaria ha dejado a un lado los incómodos tacones para calzarse en la alfombra roja de los Premios Goya 2024 unas cómodas zapatillas, que ha combinado con su precioso vestido amarillo.
Sara Sálamo rompe las reglas en los Goya 2024 con sus Converse
Para la ocasión, Sara ha escogido llevar un precioso vestido amarillo de Pedro Del Hierro con escote palabra de honor y cuerpo acorsetado, en el que destaca su gran falda con volumen y cola creada con tul con 'flock' tipo plumeti.
Este diseño forma parte la colección 'Delirio Habanero' que el diseñador presentó el pasado mes de septiembre en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, pero lo más llamativo de todo ha llegado cuando la actriz se ha levantado la gran cola y ha dejado ver a todos los asistentes que llevaba bajo esta unas clásicas zapatillas Converse de bota y plataforma en color blanco. Sin duda, una apuesta arriesgada y rompedora que vuelve a demostrar que la canaria ha llegado para decir NO a ciertas reglas que parece que siempre deben cumplirse en este tipo de eventos. Además, la actriz no ha perdido ni un ápice de glamour con este calzado, mostrando que es capaz de eso y mucho más. De hecho, el look lo ha completado con joyas de Bvlgari.
El make up escogido por Sara
Sara Sálamo optó este año por lucir en la red carpet una melena larga ultra lisa con la raya en un lado y un maquillaje muy natural, siguiendo la línea del mensaje que quiso lanzar el año pasado. A pesar de querer llevar ese efecto cara lavada, este año sí que ha optado por llevar algo de maquillaje en tonos tierra, que ha combinado con una manicura de color rojo cereza que nos ha dejado ver a través de los bolsillos semitransparentes con los que contaba este vestido.
Todo al amarillo, sin ningún miedo
Otra tradición que Sara ha querido romper este año es la del color amarillo, mítico tono que no se suele ver en este tipo de eventos y muy asociado a la mala suerte en el mundo de la interpretación. De hecho, se supone que un actor no podrá nunca vestirse de amarillo, ya que se trata de un tono prohibido sobre las tablas. Igualmente, en este tipo de ocasiones tampoco son muchas las actrices que se decantan por lucir un vestido al más puro estilo Bella, de 'La Bella y la Bestia', otro reto más al que Sálamo acaba de lanzarse. El origen de esta superstición viene por la muerte de Molière, el famoso dramaturgo francés cuyo nombre real era Jean-Baptiste Poquelin y que falleció en el año 1673. Según la leyenda, el autor de obras como 'El misántropo' o 'El médico a palos' murió en el escenario vestido de este color mientras interpretaba 'El enfermo imaginario', naciendo este miedo en la industria que Sara ha decidido dejar a un lado.