La reina Letizia y el rey Felipe VI han dado el pistoletazo de salida a su viaje de estado oficial a Marruecos con una cena de gala en la que el estilismo de la reina ha sido lo más destacado de la noche. Tras abandonar España con un vestido gris, elegante, pero muy sobrio, la reina Letizia ha deslumbrado como hacía tiempo con un diseño de Felipe Varela. El modisto, que firma casi todos sus looks de gala, le ha confeccionado para la ocasión un vestido largo blanco de tirantes que ha cubierto con una túnica bordada con motivos florales.
Blanca y radiante
Un vestido que favorecía muchísimo a la reina Letizia y que ella ha sido potenciar al máximo gracias a los complementos. Letizia ha escogido un bolso joya, también creado por Felipe Varela, y se ha subido a unas sandalias de tiras de colores (bronce, oro y plata) de Magrit, una de sus firmas preferidas. En cuanto a los pendientes, la reina se ha decantado por los pendientes de chatones, de las llamadas joyas de pasar. Sin duda, los accesorios perfectos para un vestido que parecía salido de las 'mil y una noches'.
La visita oficial de los Reyes a Marruecos lleva posponiéndose desde el año 2016, pero por fin se ha hecho realidad. De hecho, la familia real marroquí ha dado una bienvenida muy calurosa a la reina Letizia y al rey Felipe VI. A su llegada a Rabat, los reyes de España eran trasladados a la Plaza del Méchouar donde han pasado revista a las tropas, se han hecho las presentaciones de las delegaciones oficiales y se han interpretados los Himnos Nacionales con 21 salvas de ordenanza.
Una visita que ha comenzado con la reina Letizia demostrado que las cenas de gala son su mejor alfombra roja.