El otoño pide paso como una de las temporadas favoritas para las bodas y Raquel Bollo (47 años) ha dado en la diana con el look perfecto para las invitadas de entretiempo porque aúna elegancia y sofisticación, sin dejar de prestar atención al tiempo.
La diseñadora y colaboradora de televisión no ha faltado a la boda de la artista Joana Jiménez y Nacho Alfonso en Sevilla, y allí ha coincidido con su amigo Luis Rollán. Apasionada de la moda, Raquel recurría a un diseño de su propia colección, un vestido-capa que nos ha cautivado nada más verlo. Se trata de un fabuloso diseño largo en color buganvilla de escote cuadrado, falda en corte A con cola y una gran capa de seda, detalle muy en tendencia entre las propuestas de invitada que le daba un toque de distinción y gran movimiento al look.
Su éxito es indiscutible. La capa se han convertido en el complemento imprescindible en todo fondo de armario festivo. Solo hay que verlo para comprobar que enamora a todas las mujeres sea cual sea su edad porque es elegante, estiliza y aporta un toque muy romántico al look. Aunque el mercado está cargado de opciones, una de las fórmulas de estilo más prácticas es optar por un vestido que la lleve incorporada como ha hecho Raquel Bollo. De esta forma, la invitada no tendrá que estar pendiente de colocarla constantemente y el efecto será igual de favorecedor. Aunque en este caso se trataba de una boda de tarde. Lo cierto es que es ideal tanto para el día como para la noche.
Raquel Bollo ha combinado su vestido capa con plumas y flores
Aunque lo cierto es que el vestido ya de por sí es una auténtica joya, Raquel le daba su toque personal con los complementos. La diseñadora se calzó unos sencillas sandalias doradas que combinó con un clutch de plumas rosa palo y unas originales muñequeras bordadas de flores, que le daban un toque muy chic al look.
Con transparencias, bordados y escote corazón: Todos los detalles del vestido de la novia
En toda boda que se precie el momento más esperado es cuando la novia hace acto de presencia y desvela el secreto mejor guardado: El vestido. Fiel a su estilo, Joana Jiménez quiso realzar sus curvas con un diseño cargado de detalles que dejaron a todos sus invitados con la boca abierta. La artista optó por un ajustado modelo de corte sirena que destacaba por un escote corazón drapeado, con transparencias y pedrería en la zona del abdomen y las mangas. Finalmente, la radiante novia puso el broche de oro a su look nupcial con una llamativa corona que llevaba colocada sobre un moño muy pulido.
Uno de los momentos más emotivos de la boda fue cuando Joana cogió el micrófono y le dedicó una canción a su marido. Una escena única e inolvidable que Raquel Bollo compartió en redes sociales.