Durante la Semana de la Moda de Los Cabos no sólo pudimos ver a algunos de los mejores diseñadores mexicanos en la pasarela, donde conocimos sus propuestas de cara al próximo verano, también hemos podido conocer a algunos artistas locales cuyas creaciones nos conquistaron desde el primer momento. Este es el caso de Eduardo Sánchez, joyero local con el que tuvimos la oportunidad de charlar, ver donde lleva a cabo sus creaciones y ahondar un poco más en su historia, su pasado y su futuro.
Así es Eduardo Sánchez, joyero mexicano de lujo
Para esto viajamos a un taller de San José del Cabo, en Baja California, donde conocimos más de cerca el trabajo de Eduardo Sánchez, un joyero de lujo contemporáneo con el que pudimos charlar durante la Fashion Week de Los Cabos. Se trata de la tercera generación de una familia de joyeros y su trabajo fusiona metales y artesanía de su propia cultura con las nuevas técnicas que él mismo pudo estudiar en Europa, haciendo de este todo un ejemplo de calidad y artesanía. Tal y como el propio Eduardo nos ha comentado, lo bueno de haber estudiado fuera es que “no te conformas con lo que has crecido viendo, puedes ver otras perspectivas y transformas lo conocido para unirlo a otras técnicas”, algo esencial para él de cara a dar forma a sus joyas.
Una parte fundamental de sus creaciones es el trabajo con monedas, algunas muy antiguas. En su taller, donde trabaja mano a mano con su hermano, pudimos echar un ojo a algunas de estas, procedentes incluso de Italia, siendo otra de sus pasiones el trabajo con ópalos. Para unir ambas cosas Eduardo usa un calado “muy tradicional” que aprendió durante su extensa formación en Italia, sobre todo en Florencia y Roma, donde estuvo unos años aumentando sus conocimientos sobre el oficio que creció viendo en su familia. Sánchez nos confesó que las monedas le atraen mucho a la hora de crear con ellas “porque tienen demasiada historia”, siendo su favorita una mexicana, la del “ángel de la independencia, una moneda creada en 1914 que representa la libertad y protección en las mujeres”.
El ópalo, el favorito de Eduardo
Como hemos comentado, una de las piedras favoritas de Eduardo para trabajar es el ópalo, una gema única y con un punto misterioso, conocida por sus diferentes y muy llamativos colores, que se deben a su composición. Forma parte de los minerales de sílice y su apariencia depende del contenido de agua que tenga cada pieza. Este se forma en grietas de rocas sedimentarias, creciendo poco a poco. De hecho, tal y como nos cuenta Eduardo, para poder extraer los ópalos de las piedras donde se encuentran, él y su equipo usan una “composición química que corroe la piedra”, para poder después sacarla y usar esta gema tan natural. Gracias a que cada uno tiene unos colores iridiscentes diferentes en cada ocasión, cada joya creada con un ópalo es considerada de por sí como una obra de arte. Además, esta piedra se dice que puede llegar a estimular la creatividad y promover la felicidad, ya que alivia el estrés.
Además, Sánchez nos confiesa que son “el primer productor de plata a nivel internacional” y que para sus joyas usa dos metales, uno de México y “otro suizo”. Su boutique se encuentra dentro del complejo de ‘Flora Farms’, un paraíso en mitad de los Cabos en el que se casó Adam Levine y cuyo lema principal es su compromiso con la sostenibilidad, la gastronomía orgánica y el diseño en armonía con la naturaleza. Eduardo, además, dispone de una residencia en este lugar tan idílico que nos conquistó casi al mismo nivel que su trabajo.