Carolina de Mónaco conserva su elegancia natural intacta y a sus 65 años sigue siendo (y será) una de las mujeres más admiradas por su estilo. La princesa monegasca ha cambiado su imagen desde hace unos meses. Dejar su melena gris, con canas al natural, fue el primer paso y reciclar prendas de fondo de armario que sabe que le favorecen el segundo. El combo de todo esto lo hemos vuelto a ver en la festividad de Santa Devota, en Mónaco, donde la hermana de Alberto II ha cautivado con un look firmado por Zara.
Solo hay que ver a Carolina de Mónaco para confirmar que eso de que el pelo gris echa años encima no es verdad si sabes cómo cuidar tu melena para que luzca perfecta. La princesa ha sucumbido a la técnica gray blending con la que sus canas se funden con unas mechas balayage en tonos grises dando dimensión a la melena y un aspecto más saludable, hidratado con brillo y lleno de vida. Esto es clave para llevar las canas sin parecer mayor, un peinado que las mujeres de más de 50 y 60 años están empezando a copiar.
Pero no solo por su cabello ha triunfado la princesa en este acto. Carolina de Mónaco ha rescatado de su vestidor -o el de su hija Carlota- un vestido negro con estampado de flores de largo midi de hace varias temporadas de Zara que conserva como oro en paño. Se trata de un modelo que no pasa de moda y que salva la vida en cualquier ocasión.
La madre de Carlota Casiraghi ha combinado su vestido con abrigo negro al que ha incorporado un cinturón negro para marcar cintura -y verse mucho más estilizada- y unas botas de ante en color negro altas para crear efecto piernas infinitas y protegerse del frío.