Lo mejor de la ropa de verano es la capacidad que tiene para adaptarse a múltiples contextos. Si en otras estaciones las prendas están más contextualizadas y nos permiten menos libertad de movimiento (estilísticamente hablando), en la época estival ocurre justo lo contrario. Por eso, no es de extrañar que los vestidos vaporosos sean protagonistas de un look de invitada perfecta y también de un estilismo de oficina. En verano no hay límites, salvo los que tú quieras marcarte con los complementos con los que combines tus prendas. En el caso de los vestidos, como ya hemos advertido, resulta todavía más fácil no ponerle límites a las combinaciones.
Con unos zapatos planos tendremos looks perfectos para diario, mientras que con unas sandalias de cuña podremos utilizar la misma prenda en contextos más formales. ¿Cómo es esto posible? A diferencia de otras temporadas, en verano los tejidos de los vestidos suelen ser bastante similares. Las gasas, las sedas o el algodón se convierten en los protagonistas de estas versátiles prendas invitando a poder llevarlas en cualquier circunstancia y contexto. Además, los cortes suelen ser también similares, preponderando los escotes halter, las tirantas y y los cortes a la cintura. En cuando a los colores y estampados, no influyen mucho en el tipo de evento en el que los vayamos a lucir.
Esta amplia variedad, extendida a todos los diseños, invita a que un mismo vestido pueda ser llevado en diferentes circunstancias, cambiando por completo el resultado en función del calzado o de los complementos. Prueba de ello es esta selección de 10 vestidos midi de Mango ideales para llevar con sandalias de tacón para cenas y planas a diario. Si tú también eres de las que disfrutan con la versatilidad de los vestidos de verano y lo mismo te pones un diseño para una tarde de chiringuito, que para una cena más especial, estos modelos te pueden servir de fuente de inspiración.
Cómo son los vestidos que valen para cenas y planes de diario
Ya hemos adelantado que en verano los vestidos tienen unas características que invitan a poder llevarlos en toda clase de contextos según los complementos por los que apostemos. A pesar de ello, hay algunos diseños que encajan mejor que otros y para que lo tengas claro hemos te adelantamos cuáles son los que tienes que fichar si quieres hacer de la versatilidad tu mantra.
- El vestido lencero: Satinado y de tirantes, este vestido lo mismo te vale para una boda de verano, que para una tarde de amigas. En este caso, los complementos son fundamentales. Con sandalias destalonadas y algunos brazaletes te puede valer para el día a día, mientras que con unas sandalias de tacón y unos pendientes XXL es ideal para una cena especial.
- El vestido blanco: Aquí tendríamos que evitar que sea excesivamente holgado para no pecar de excesivamente informales, aunque la mayoría de diseños son aptos para looks polivalentes. Con un sombrero de rafia y unas alpargatas queda ideal para un look de diario, mientras que con unas cuñas de esparto y unos pendientes de aro es perfecto para una cena especial.
- El vestido en animal print: Siendo la tendencia del verano, no era de extrañar que este tipo de vestidos ofreciesen versatilidad plena. Con unas sandalias destalonadas y un bolso de rafia cruzado para el día a día y con unas sandalias de tacón y una cartera para una cena especial.
- El vestido negro: Es el eterno básico de fondo de armario y nunca tendremos los suficientes para salvar todos nuestros looks. En este tipo de diseños los complementos son la verdadera clave.
10 vestidos midi de Mango para llevar con sandalias de tacón para cenas y planas a diario