Los signos que más disfrutan de estar en pareja

¿Eres de esas personas que disfrutan mucho de estar en pareja? ¿O prefieres ser un alma libre e independiente? Todo esto podría tener mucho más que ver con tu signo del zodiaco de lo que imaginas. Algunos de los signos de la rueda zodiacal han nacido para estar en pareja. Otros, para huir del compromiso.

En esta ocasión vamos a centrarnos en los primeros. Esos signos que han nacido para ser la media naranja de otros, que disfrutan de la vida en pareja y casi necesitan estar junto a otra persona para sentirse plenos. ¿Quieres averiguar si están en el club de los enamorados? Para descubrirlo tendrás que seguir leyendo.

Cáncer

Si hay un signo que adore estar en pareja, ese es Cáncer. Y es que este signo, regido por la Luna y el mundo de las emociones, ha nacido para ser la media naranja perfecta. Son empáticos, les encanta cuidar a los demás y necesitan forjar lazos fuertes para conseguir abrirse a otras personas.

Es por eso que cuando Cáncer encuentra a esa persona con la que puede dejar atrás su caparazón, para cuidar y ser cuidado, sintiéndose seguro y protegido… No suelta a esa persona por nada del mundo.

De hecho, el cangrejito sueña con la boda, la casa de sus sueños y una familia preciosa junto a esa persona. Sueña con esa idea más que ningún otro signo del zodiaco.

Libra

En el caso de Libra, lo suyo es estar enamorado de la idea de enamorarse. Nadie es más enamoradizo que un librano, porque están regidos por Venus, planeta del amor y la belleza. De hecho, este signo tienden a entregarse tanto a sus parejas que es habitual que abandonen otras partes importantes de su vida, y eso no está bien.

Pero no pueden evitarlo. Libra está diseñado para buscar la armonía allá a donde va, y prefiere ceder a enfrentarse. Tanto, que a veces acaba convirtiéndose en un calco de su pareja.

Aunque cuando supera todo esto y consigue ser como realmente es con esa persona, entonces el cuento de hadas se completa. Disfruta de estar con su pareja, de la intimidad y la armonía que respira al estar su lado.

Escorpio

Escorpio es el signo más intenso del zodiaco. Y es intenso en todos los sentidos posibles, incluyendo su pasión por la persona a la que haya escogido como su media naranja. Quizá le cueste bajar la guardia y enamorarse, pero cuando lo hace se convierte en un osito de peluche que no quiere separarse nunca de su pareja.

Este signo es, además, muy leal y no tiene miedo de comprometerse si sabe que ha dado con una persona que le entiende y con la que conecta.

Disfruta mucho de la vida en pareja, porque elige pasar su vida con una persona con la que puede compartirlo todo. Incluso sus pensamientos más oscuros.

Tauro

Regido por Venus, Tauro es un signo que se enamora con facilidad. Aunque lo realmente importante para este signo en una relación es la estabilidad y la seguridad que puede darle su pareja. Cuando encuentran a alguien con quien encajan, que les hace sentir comprendidos, no están dispuestos a echarlo todo a perder por nimiedades.

Para Tauro, el placer máximo que se puede disfrutar en esta vida es del compartir con aquellos a lo que quiere las cosas buenas que aparecen por el camino. Así que tener pareja les hace sentir plenos y felices.

Además, este signo es muy leal y fiel. Se siente bien sabiendo que hace lo mejor posible por su pareja, que es respetado y respeta, que es amado y ama. Le hace sentir que todo tiene sentido.

Piscis

Piscis es el último signo de esta lista de los más enamorados del amor. Y es, probablemente, el más enamoradizo. Cuando Piscis se cruza por la calle con un chico o una chica atractivo, ya se está imaginando el día de su boda con esa persona. Tiende a idealizar y fantasear con mucha facilidad.

Precisamente por eso le encanta estar en pareja. Porque en su imaginación, todo va a ser perfecto. No hay nada que pueda salir mal en esa relación. Está destinado a compartir su vida con su media naranja y todo es como en un cuento de hadas.

A la hora de la verdad, cuando llegan los problemas, es su increíble empatía la que consigue salvar la situación. Porque cuando los cuentos de hadas dejan de serlo, sabe ponerse en los zapatos del otro para encontrar la forma de solucionar las cosas.