Encontrar protección en un amuleto muy poderoso puede ser una sensación reconfortante. Estos objetos nos ofrecen consuelo, equilibrio y guía en momentos de incertidumbre. Pero para ello debemos elegir el que mejor encaje con nuestra forma de ser. Una de las muchas opciones que encontramos en la historia de la humanidad es el símbolo del Yin Yang, representación máxima del equilibrio y el ciclo de la vida.
Si necesitas llevar a tu vida la armonía, para emprender el camino hacia el autoconocimiento con conciencia, aceptando todo de ti misma, este podría ser el amuleto perfecto para ti. Para ayudarte a descubrirlo, hoy te contamos todo lo que necesitas saber sobre el Yin Yang, su origen, significado y cómo puedes utilizarlo como talismán.
¿Qué significado tiene el Yin y el Yang?
El Yin Yang es un concepto (o mejor dicho, dos conceptos) del taoísmo, utilizados para representar dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias. Aunque son la una el contrario de la otra, están interconectadas de tal forma que no pueden existir sin su dualidad. Y se encuentran presente en todo lo que existe en el universo.
El concepto proviene de la escuela del Yin yang, una de las famosas 100 escuelas del pensamiento, que surgieron en China entre los años 770 y 221 a.C.
Su máxima es que no existe nada inmutable ni estático en el mundo. Todo se encuentra en constante cambio, fluyendo de forma armónica, infinita y equilibrada a través de las fuerzas del Yin y el Yang.
Cada una de estas palabras, como decíamos, representa una fuerza fundamental. El Yin es lo femenino, lo oscuro, lo pasivo. El Yang es lo masculino, lo luminoso y lo activo. Se cree que el Yin es lo que proporciona espíritu a las cosas, mientras el Yang es lo que da forma a las cosas.
Aunque hay otros muchos más conceptos que pueden ayudarnos a diferenciar estas dos fuerzas, como verás a continuación.
Yin | Yang |
Negro | Blanco |
Norte | Sur |
Agua | Fuego |
Luna | Sol |
Tierra | Cielo |
Frío | Cálido |
Vejez | Juventud |
Números pares | Números impares |
Valles | Montañas |
Pobreza | Riqueza |
Suavidad | Dureza |
Principios del Yin Yang
Siguiendo la disciplina taoísta, el Yin y el Yang se rigen por los siguientes principios universales:
- El Yin y el Yang son opuestos. Aunque eso no quiere decir que sean absolutos, puesto que en el taoísmo se considera que todo lo que existe es relativo.
- El Yin y el Yang son interdependientes, no pueden existir la una sin la otra.
- El Yin y el Yang pueden subdividirse otra vez en Yin y Yang. Es decir, el Yin puede dividirse y dar lugar a un nuevo Yin y Yang. Podemos verlo en un objeto que puede estar caliente o frío. Pero dentro del calor, puede estar ardiendo o templado. Y dentro del frío, puede estar fresco o congelado.
- Ambas fuerzas se generan y consumen mutuamente. No existiría el Yang sin el Yin, pero al mismo tiempo es el Yang lo que disminuye la energía del Yin, y viceversa. De esta forma se mantiene el equilibrio en el proceso vital. Se ve claro con el ejemplo de la vejez y la juventud. Porque es la juventud la que da paso a la vejez, pero esta última consume a la primera y así, en un ciclo interminable.
- El Yin y el Yang pueden transformarse en su contrario. La energía Yang puede transformarse en Yin, y viceversa. Del mismo modo que la oscuridad puede transformarse en luz, o lo frío en cálido.
- Hay Yin dentro del Yang. Y también hay Yang dentro del Yin. Por tanto, hay luz en la oscuridad, y fuego en el agua. Todo es potencialmente su contrario, dado que todo es relativo.
Origen e historia del Yin Yang
Para encontrar el origen del Yin Yang debemos acudir a la mitología china. Según la misma, estas dos fuerzas nacieron del caos, cuando el universo fue creado por vez primera. La leyenda dice que existen en armonía en el mismo centro de la Tierra.
La religión china cree que de estas fuerzas en equilibrio nació el huevo cósmico, que fue el que permitió que naciera Pangu (o P'an ku), el primer ser humano de la creación. También los primeros dioses se originaron gracias al Yin Yang. Hablamos de Fuxi, Nuwa y Shennong.
Su equilibrio sigue siendo fundamental desde entonces, dado que la relación de estas dos fuerzas es siempre cambiante y responsable del flujo del universo. Cuando se desequilibran, ocurren catástrofes, como plagas, terremotos, sequías o inundaciones.
La religión taoísta nos ofrece otra leyenda sobre el origen del Yin y el Yang. En esta se habla de la aparición de Los Tres Puros. Cuando uno de ellos, Yuanshi Tianzum se manifestó en la deidad Lingbao Tianzun, este dios se encargó de separar el Yang del Yin. Así, alejó y distinguió por primera vez lo claro de lo turbio, permitiéndole esta separación clasificar los elementos en los grupos que les correspondían.
¿Cómo utilizar el Yin Yang como amuleto?
El Yin Yang, además de ser un concepto o principio filosófico, ha tenido muchas aplicaciones prácticas desde su origen.
El I Ching, por ejemplo, es un libro oracular chino que se basa en esta creencia del que el universo fluye y cambia gracias a estas dos energías. Se utiliza en artes adivinatorias, dado que se cree que a través de su interpretación se puede recibir consejo.
También se ha utilizado para practicar artes marciales, en las que muchos ejercicios de estiramientos imitan la forma del taijitu. Es decir, la representación gráfica del Yin Yang que todos conocemos.
En la medicina oriental también se utiliza como principio para tratar dolencias, aplicando la energía opuesta al enfermo. Por ejemplo, ante la fiebre (yang) se aplica el frío (yin). Lo mismo sucede en el feng shui, que busca mantener el equilibrio energético del ambiente basándose en los principios del Yin Yang.
Pero lo que más nos interesa es su uso como amuleto. Porque su símbolo, el taijitu, puede servirnos de guía en momentos complicados. Nos ayudará a aceptar nuestras luces y sombras, y a buscar el equilibrio en nuestras vidas.
¿Cómo saber si una persona es Yin o Yang?
Aunque hay formas de saber si en ti es más fuerte la energía Yin o la energía Yang, lo cierto es que todos tenemos estas dos fuerzas integradas en nuestro ser. Es la base de la filosofía del Yin Yang, no pueden existir la una sin la otra.
Pero para saber si eres más Yin o más Yang, lee estas descripciones y elige con cuál te sientes más identificada.
- Las personas Yin son espirituales, creativas y sensibles. Prefieren pasar desapercibidas y ayudar desde las sombras. Pueden sentir falta de energía vital en algunos momentos de su vida, falta de concentración o un cansancio extremo cuando están en desequilibrio. Prefieren la noche al día, las tareas tranquilas a las actividades físicas y disfrutan del silencio.
- Las personas Yang son enérgicas, extrovertidas e impulsivas. Les gusta llamar la atención y ser protagonistas de sus propias vidas. Suelen tener una energía extrema, que lleva a volverse peligrosa e impulsiva cuando están en desequilibrio. Prefieren el día a la noche, las aventuras al aire libre y los lugares bulliciosos.