Me leyeron la mano en Miistico y lo que me dijeron me dejó impresionada: “que te lo confirmen te hace ir de otra manera en la vida”

Siempre he sido algo escéptica en lo que se refiere a las artes más místicas, como la quiromancia. Soy una persona muy racional, y eso de que tu futuro esté reflejado en tus manos me parecía algo extraño. Pero después de mi experiencia con Maya, quiromántica y colaboradora en el equipo de Miistico, mi opinión sobre el asunto ha cambiado bastante.

Suena extraño de mano de alguien que divulga sobre el horóscopo, pero una cosa es que te digan cosas sobre ti misma y otra muy diferente que vaticinen tu futuro, ¿verdad? Soy de las que piensa que, sobre el futuro, no hay nada escrito.

Sin embargo, lo que me dijo Maya al comenzar nuestra sesión me dejó claro que estaba completamente equivocada sobre lo que iba a suceder allí: la quiromancia no tiene nada que ver (al menos no como ella lo entiende) con leer el futuro. “Eres tú quien va a haciendo tu propio destino”, me dijo antes de comenzar su lectura, que sirve como un mapa que nos permite explorar diferentes aspectos de nuestra personalidad.

Una lectura de manos

¿Te has mirado alguna vez las manos buscando las famosas líneas de la vida, del amor o de la mente? ¿Has hecho aquello de apretar el puño y contar líneas para saber cuántos hijos vas a tener? Bueno, la quiromancia es, en realidad, bastante más compleja, y así lo descubrí en la lectura que me ofreció Maya.

Tras analizar de forma minuciosa cada palmo de mi mano, empezó a hablarme de mí misma. ¡Sí, de mí misma! No de mi futuro, ni de mi destino. Y es que, lejos de lo que imaginamos, son muchas las expertas que se alejan de esta idea peligrosa de adelantarse a los acontecimientos o hacer afirmaciones absolutas.

Me aclaró, de hecho, que cualquier asunto que tocásemos durante la lectura que tuviera que ver con el futuro estaba sujeto a cambios. “Si tu cambias, tu futuro cambia”, me explicó. Aunque, “si plantamos un olivo, nunca va a ser un manzano”, y esta es, precisamente, la gracia de la quiromancia.

Si durante la lectura, por ejemplo, la experta te dice que tu línea de la mente está muy recta (no fue mi caso), puede decir que tienes un pensamiento muy rígido y estructurado. Pero si empiezas a trabajarte, me explicó Maya, y te abres un poco “esto va a cambiar la línea, y se hará más curva”. Y es que la quiromancia parte de la base de que estas líneas no son un mapa del futuro, sino que “se forman en la mano por impulsos cerebrales nerviosos”.

La experta incluso llegó a asegurarme que, en algunos casos, un divorcio no queda reflejado en la mano cuando es algo que se ha meditado y masticado bien antes del momento de la separación. “Y, sin embargo, una aventura de una noche aparece, porque te has enamorado locamente”.

Las manos se convierten, por tanto, en un espejo de la propia experiencia vital, de la personalidad. Y comprender todo lo que dicen de ti es una experiencia reveladora.

El camino del autoconocimiento

Lo que más me gusta de este trabajo es que me conozco un poco más cada día. Cada una de estas artes místicas se revela como un camino nuevo hacia el autoconocimiento, ya sea por medio de la astrología, la numerología o, en este caso, la quiromancia.

Aunque sería excesivo revelar aquí los rasgos más íntimos de mi personalidad que Maya me presentó durante la lectura, puedo asegurar que fue impresionante. La escuché decir frases como “crees que las cosas no ocurren porque sí, que hay que hacer que sucedan”, y es mi lema personal desde que tengo uso de razón. Me habló de mi personalidad maternal, algo que todo aquel que me conoce me señala, y de ese lado creativo que no puedo evitar sacar en cada cosa que hago.

Cuento todo esto no porque quiera presentarme al mundo, sino porque refleja la bondad de esta experiencia: lo que dice la quiromántica confirma quién eres, te hace sentir más segura de ti misma. Al menos, así lo viví yo, y así me lo confirmó Maya.

“A veces el que te lo confirmen te hace ir de otra manera en la vida”, me explicaba mientras me contaba lo que a ella le aporta este arte que practica entre otros, como el tarot o la astrología. “Es quitarse la mochila y el peso de que todos tenemos que encajar en un molde, es una forma de aprender y aceptar nuestras propias características”.

¿Qué es la quiromancia?

Tras finalizar la lectura, Maya me pidió que, si podía, desmitificara un poco el arte de la lectura de manos. No hay nada de oscuro en ello, no tuve que esconderme en grutas ni salieron brujas a mi encuentro. De hecho, lo hicimos a través del teléfono, todo fue online gracias a la increíble plataforma que las hermanas Pont han diseñado, Miistico. Y es que, como explica la propia Maya en el dosier pormenorizado que envía tras acabar su trabajo, la quiromancia es tan solo un arte que “nos permite explorar aspectos tanto internos como manifestados en nuestra vida”.

La experta en quiromancia me explicó que “esto, dentro de lo que cabe, científicamente está demostrado que es el reflejo de los impulsos cerebrales. Además, es la única arte adivinatoria, o más bien de autoconocimiento, que es única. Porque tus manos son únicas. Tu carta astral puede ser como la de otra persona, pero nadie tiene tus manos”.

De hecho, me sorprendió al contarme que “siendo un feto, a los 4 meses ya están marcadas. Incluso hay experimentos de personas que a las que les han amputado las manos, y se les marcan en los muñones las líneas”.

Esto, en su opinión, dota a la quiromancia de un “componente demostrativo, hasta cierto punto”. O al menos, “más que otras artes, como el tarot, que son más místicas”.

Si me preguntan a mí, no puedo afirmar ni desmentir el arte de la quiromancia desde un punto de vista racional. Pero sí puedo decir que mi experiencia fue agradable, que salí de ella con la sensación de conocerme un poco mejor y con mucha seguridad en mí misma. Y siendo así, ¿qué más da si es ciencia o no? Todo lo que nos ayude a conocernos mejor y encarar el día siguiente con un poco más de confianza, bienvenido sea.