La Navidad es, sin duda, una de las épocas más esperadas del año. Llena de celebraciones, reencuentro y tradiciones que nos llenan de alegría, es un momento mágico. Y entre sus más representativos símbolos se encuentra el árbol de Navidad. Además de ser la decoración navideña por antonomasia, los expertos en Feng Shui aseguran que tiene un gran potencial energético.
De hecho, Patricia Traversa, directora del Centro Oficial de Feng Shui Profesional, asegura que el árbol de Navidad “representa la energía expansiva con bases sólidas, es un icono de vida, crecimiento y abundancia”. Por eso es uno de los adornos que no puede faltar en tus Navidades si quieres atraer la buena suerte a tu hogar.
Pero, como todo en la vida, las Navidades acaban. Y entonces surge la pregunta… ¿Cuándo hay que desmontar el árbol? ¿Hay algún día en particular que sea más propicio para atraer la buena suerte? Como en todo lo referente a la decoración del hogar, el Feng Shui tiene sus claves para aprovechar este momento de desmontar la decoración navideña para atraer la buena energía y la fortuna, y hoy voy a contarte cuáles son.
¿Por qué el árbol de Navidad afecta a la energía según el Feng Shui?
El Feng Shui es una antigua filosofía china que busca armonizar los espacios y la energía (o chi) que fluye en ellos. Con sus principios y normas armónicas, nos enseña que todo lo que colocamos en nuestro hogar tiene un impacto directo sobre nuestro bienestar, sobre la suerte y la energía que atraemos. Y en este sentido, el árbol de Navidad, que pasa a ocupar un papel central durante las festividades, no es una excepción.
En el Feng Shui, cada adorno o pieza que colocamos en casa se asocia a uno de los cinco elementos de la tradición china. En el caso del árbol de Navidad, corresponde al elemento madera, que representa el crecimiento, la vitalidad y la expansión. Es por ello que colocar el árbol en un lugar estratégico de la casa (como el recibidor o el salón) durante las fiestas puede ayudar a atraer estas energías positivas, trayendo fortuna para quienes viven en el hogar.
Sin embargo, si su presencia se prolonga más de lo necesario, puede tener consecuencias negativas sobre esta misma energía. Como en muchas disciplinas orientales, en el Feng Shui la clave es siempre el equilibrio. Así que es importante elegir el momento indicado para quitar el árbol de Navidad (y el resto de las decoraciones) si queremos evitar que la energía quede estancada y dificulte la llegada de nuevas oportunidades.
El día perfecto para quitar el árbol de Navidad
Según las normas del Feng Shui, la fecha perfecta para desmontar el árbol de Navidad es el 7 de enero, justo después del Día de Reyes. Esta fecha no es casual: simboliza el fin de las fiestas y el comienzo de un nuevo ciclo.
El 7 de enero es un día de transición energética. Dejamos atrás la celebración y damos espacio para que sucedan cosas nuevas, concentrándonos en afrontar el nuevo año con fuerza y energía. De esa forma ayudamos a liberar espacio, desbloqueando la energía festiva para que no se estanque, y pueda fluir, dando paso a otro tipo de fuerzas más propicias para el momento.
Además, desmontar el árbol este día tiene también un carácter simbólico. Podemos usar el día para despedir las fiestas con gratitud, con la intención de abrir la puerta a todo lo que vendrá. Además, al respetar esta fecha, evitamos la sensación de estancamiento que se pueden generar si prolongamos demasiado la presencia del árbol.
¿Qué sucede si dejas el árbol demasiado tiempo?
Aunque siguiendo las normas del Feng Shui, el mejor día para retirar el árbol es el 7 de enero, lo cierto es que no hay ninguna regla estricta que nos obligue a hacerlo. De hecho, el Año Nuevo en China no empieza hasta finales de enero o principios de febrero, según el calendario lunar. Pero si aplicamos sus conceptos generales, el Feng Shui nos advierte sobre las consecuencias energéticas de mantener adornos que están fuera de su momento del año, como el árbol de Navidad, más tiempo del debido.
Al fin y al cabo, la energía festiva, que en un principio es positiva, se puede estancar, impidiendo que el chi fluya con libertad en tu hogar. Es como dejar decoraciones de cumpleaños semanas después de la celebración. Nos impide pasar página y crear espacio para nuevas experiencias.
Por eso, conservar el árbol más allá del 7 de enero puede hacerte sentir atrapada en el pasado, incluso a nivel inconsciente, bloqueando las nuevas oportunidades. Impidiendo que la fortuna del nuevo año y todas esas cosas que tienes que vivir lleguen a tu vida. Bloqueando la renovación que trae el cambio de año en el calendario.
Si lo dejas más tiempo, puede que empieces a notar cansancio, falta de motivación o dificultad para avanzar en proyectos personales, como consecuencia de este bloqueo de chi. Por eso, lo mejor es desmontar el árbol en cuanto acaban las fiestas, para poder empezar el año con el pie derecho.