El Vaticano es mucho más que el centro de la Iglesia Católica; es un enclave de historia, arte y tradición que, en tiempos recientes, ha vivido momentos de gran emoción y solemnidad. Con la reciente muerte del Papa Francisco a los 88 años de edad, este pequeño estado vuelve a convertirse en el foco de atención mundial.
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A lo largo de su vida, Francisco mostró una devoción inquebrantable por su misión. En sus últimos días, aún con un estado de salud frágil, se mantuvo cercano a los fieles. El Domingo de Pascua, apareció en el balcón de la Basílica de San Pedro, ofreciendo su última bendición Urbi et Orbi. Desde su silla de ruedas, saludó con gesto amable a los peregrinos congregados en la plaza. Poco después, recorrió el Vaticano en el Papamóvil, deteniéndose para bendecir a niños que esperaban su paso.
Su última reunión pública fue con el vicepresidente de EEUU, JD Vance, en su residencia de Santa Marta, donde intercambiaron saludos con motivo de la Pascua. Esos momentos finales reflejan la esencia de Francisco: un líder que, hasta el último instante, demostró cercanía, humanidad y compromiso con la fe.
Hoy, los turistas que visitan el Vaticano no solo recorren sus imponentes edificios y jardines, sino que también caminan por un lugar que se ha convertido en el epicentro de la actualidad mundial. La Plaza de San Pedro, donde el Papa ofreció su última bendición, es ahora punto de homenaje y reflexión. El Vaticano sigue siendo un destino imprescindible, no solo por su belleza, sino porque es testigo de los cambios y transiciones que marcan el rumbo de la Iglesia Católica
La historia del Vaticano y la basílica de San Pedro
El Vaticano hunde sus raíces en la antigua Roma, pero su importancia como sede papal se consolidó en el siglo IV con la construcción de la Basílica de San Pedro sobre la tumba del apóstol San Pedro.
A lo largo de los siglos, el Vaticano ha sido testigo de transformaciones arquitectónicas y políticas, convirtiéndose en el centro del cristianismo. La Basílica de San Pedro, con su imponente cúpula diseñada por Miguel Ángel, es una de las estructuras más emblemáticas del mundo.
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Además de ser el corazón espiritual de la Iglesia Católica, guarda secretos que han fascinado a historiadores y visitantes durante siglos. Desde los misteriosos Archivos Secretos, que contienen documentos históricos de incalculable valor, hasta las leyendas sobre túneles subterráneos y prácticas antiguas, este enclave es un lugar lleno de enigmas.
La tumba de San Pedro
Bajo la Basílica de San Pedro se encuentra la tumba del apóstol, un lugar de peregrinación para millones de fieles. La tradición sostiene que San Pedro, el primer Papa, fue martirizado en Roma y enterrado en este sitio.
La necrópolis vaticana, donde se encuentra su sepulcro, es un espacio fascinante que permite a los visitantes viajar en el tiempo y explorar los orígenes del cristianismo. Francisco, sin embargo, quiere ser enterrado en la basílica de Santa María La Mayor.
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El esplendor de la Capilla Sixtina: el lugar en el que se elige al nuevo Papa
Ubicada en el corazón del Vaticano, la Capilla Sixtina es una joya del arte renacentista y uno de los lugares más fascinantes del Vaticano. Construida en el siglo XV bajo el mandato del Papa Sixto IV, esta capilla es mundialmente famosa por los frescos de Miguel Ángel, que adornan su bóveda y el impresionante Juicio Final en el muro del altar.
Cada rincón de la Capilla Sixtina es un testimonio de la maestría artística y la profunda espiritualidad que han definido el Vaticano a lo largo de los siglos. Su importancia trasciende lo artístico, ya que es el lugar donde se celebra el cónclave para la elección de un nuevo Papa. Al entrar, los visitantes quedan maravillados por la riqueza de los colores, las figuras majestuosas y la sensación de estar inmersos en una obra maestra viva.
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Los jardines del Vaticano
Más allá de los edificios históricos, el Vaticano alberga unos jardines espectaculares que ocupan más de la mitad de su territorio. Estos jardines, diseñados con una mezcla de estilos renacentista y barroco, ofrecen un oasis de tranquilidad en medio de la bulliciosa Roma. Con fuentes, esculturas y una vegetación exuberante, los jardines del Vaticano son un lugar de retiro para los papas y un espacio de contemplación.
Las dependencias papales y la vida en el Vaticano
El Papa reside en la Casa Santa Marta, un edificio dentro del Vaticano que ofrece un ambiente más sencillo y comunitario en comparación con el tradicional Palacio Apostólico. Además, el Vaticano cuenta con una serie de dependencias que incluyen la Biblioteca Vaticana y los Museos Vaticanos.

La fachada de la Casa de Santa Marta donde residía el Papa Francisco.
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¿Quién cuida del Papa?
El Papa cuenta con la protección de la Guardia Suiza, un cuerpo militar con siglos de historia. Estos soldados, con sus coloridos uniformes renacentistas, tienen la misión de garantizar la seguridad del pontífice y del Vaticano.
Además, el Papa está rodeado de un equipo de asistentes y consejeros que lo apoyan en sus funciones diarias. En cuanto a las monjas, algunas desempeñan roles administrativos y de servicio dentro del Vaticano. Por ejemplo, Sor Raffaella Petrini, de las Hermanas Franciscanas de la Eucaristía, ha ocupado cargos importantes en la Gobernación del Vaticano. Sin embargo, no hay una orden específica de monjas dedicada exclusivamente al cuidado del Papa.
La elección del nuevo Papa
Tras la muerte del Papa Francisco, el Vaticano entra en un período de "Sede Vacante", durante el cual se organizan los funerales y se inicia el proceso de elección del nuevo pontífice. Durante este proceso, el camarlengo, asume la administración temporal del Vaticano y coordina el cónclave.
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Cardenales de todo el mundo se reúnen en el cónclave, celebrado en la Capilla Sixtina, donde votan hasta alcanzar un consenso.
La famosa "fumata blanca" anuncia al mundo la elección del nuevo Papa, quien se presenta en el balcón de la Basílica de San Pedro con el tradicional "Habemus Papam", una frase que pronuncia en el balcón principal el cardenal protodiácono.