Carmen Cervera (80 años), o Tita, como se la conocía antes de convertirse en la baronesa Thyssen, siempre fue una mujer muy atractiva. De hecho, fue coronada como Miss España en 1961, con solo 18 años, fue cuarta en el certamen de Miss Europa y tercera en el de Miss Mundo y Miss Internacional. Tita era un bellezón que, gracias a su exquisita educación hablaba varios idiomas y era poseedora de una amplia cultura. No es extraño que un galán de Hollywood como Lex Barker –el séptimo Tarzán cinematrográfico de la historia, tras Johnny Weissmüller– se enamorara de ella. Su matrimonio fue breve, apenas siete años, porque Barker, 24 años mayor que Tita, falleció de un infarto de miocardio en 1973.
Un matrimonio desastroso
Dos años después, en 1975, Tita se casó por segunda vez con el playboy venezolano Espartaco Santoni, un matrimonio que fue un auténtico desastre en todos los sentidos. En el aspecto económico, las andanzas de Santoni le salieron bastante caras a Tita, ya que tuvo que pagar un millón de las antiguas pesetas (6.000 euros) para pagar la fianza del venezolano, tras haber sido acusado de estafa y falsedad documental. Espartaco Santoni acabó en busca y captura y era perseguido por la Interpol. Y por si no fuera suficiente, Santoni fue acusado de bigamia, pues no se había divorciado de su anterior esposa.
Tan desesperada acabó Tita de ese matrimonio infernal que declaró a Lecturas: "Me ha ocurrido lo que le ocurre a todo el mundo cuando deja de querer, de comprender o desear vivir con otra persona: no tengo ningún deseo de seguir viviendo al lado de Espartaco". Por eso viajó a Nueva York, ciudad en la que se casaron, y presentó la demanda de divorcio. "Pondré una nube en mi cerebro para borrar estos tres años que he vivido junto a Espartaco", afirmó, fulminante.
Aparece en escena Manolo Segura
Fue en 1978, y tras el divorcio de Tita y Espartaco, cuando llega a la vida de Carmen un hombre discreto, Manolo Segura, de profesión publicista. Gracias a Manolo, Tita encontró un remanso de paz tras la tormentosa relación que vivió junto a Santoni. A decir verdad, Manolo Segura siempre fue un hombre leal a Tita, incluso tras enviudar del barón Thyssen, en 2002, que siempre supo estar a su lado sin protagonizar jamás ni un solo escándalo. Un hombre del que Carmen Cervera se fió hasta su muerte, en 2020.
Pero estábamos en 1978. Tita celebraba su 35 cumpleaños –aunque ella, muy coqueta, dijera que celebraba 32– y en esa fiesta que tuvo lugar en una discoteca de Madrid estaba con ella Manolo Segura, quien le hizo un regalo muy peculiar: un león de peluche. "Es de melena negra, como los de Tanganica", decía Manolo. Tita agradeció el presente con alborozo: "Precioso, Manolo, es precioso", dijo, abrazándolo.
Lo que comenzó siendo una amistad pasó a ser algo más próximo y romántico. Incluso pensaron en casarse, trámite que nunca cumplieron porque, según explicó Tita, tras separarse de Espartaco fue cuando descubrió que el venezolano había cometido bigamia, por lo que ella seguía siendo, oficialmente, la viuda de Lex Barker. Algo enrevesado, sí, ya que ese argumento no justificaría una incompatibilidad para contraer un nuevo matrimonio. En fin, cosas de Tita.
Padre de su hijo Borja
A Tita deben gustarle mucho los peluches, ya que ese león de melena negra no fue el primer muñeco que Manolo le regaló. En sus memorias, publicadas en 2009, Tita recordó la noche en la que se conocieron. "Los dos nos reímos mucho, hablamos y bailamos también mucho esa noche. Dio a la vez la casualidad de que vivíamos en la misma zona de Madrid y en edificios muy próximos. Al día siguiente, él me envió un osito de peluche. Empezamos a salir, y nuestra relación se fue haciendo más sólida con los días y los meses".
La relación entre Tita Cervera y Manolo Segura fue muy sólida hasta que Carmen conoció al barón Thyssen. Tita se quedó embarazada y era un secreto a voces que ese hijo, al que Tita llamó Borja, era hijo de Manolo Segura, aunque ella tardó años en hacer pública esa paternidad. Cuando conoció al barón Thyssen, Borja era un niño de cinco años y cuando Carmen y Heinrich Thyssen-Bornemisza se casaron, ella hizo lo posible y lo imposible para que el barón reconociera a Borja como hijo suyo. Y lo consiguió.
Tras la muerte del barón, Tita admitió que Borja era hijo de Manolo Segura
Borja creció junto al barón y este llegó a quererlo como un hijo. Por supuesto, lo incluyó en su millonario testamento. Tras su fallecimiento, Tita Cervera volvió a retomar su amistad con Manolo Segura y ya no le importó hacer público que el publicista era el padre biológico de su hijo. Desde entonces, pudimos verlos pasando muchas vacaciones de verano juntos en Ibiza, dependiendo, eso sí, de cómo fueran las relaciones madre e hijo, tan llenas de altibajos. Se sabe que Manolo Segura tuvo siempre un papel conciliador entre ellos, aunque no siempre consiguiera su objetivo.