En 1987, a Lola Flores le tocaba bailar en el tablao más difícil de su vida. Hacienda le reclamaba a la Faraona 50 millones de las antiguas pesetas, acusada de no haber presentado la declaración de la renta durante cuatro ejercicios. Fue un auténtico escándalo que una artista de su talla fuera sorprendida con el carrito del helado. En este atolladero económico tiró de creatividad y, sobre todo, mucho morro, y con la mirada nostálgica del S. XXI, muchas voces aseguran, con humor, que fue una auténtica pionera e 'inventó' el 'crowdfunding'. Lola Flores, genio y figura, hasta la sepultura.
La máquina del tiempo de Lecturas Años Dorados vuelve un nuevo mes a ponerse en marcha y recala en el mágico 1987. El nuevo número de la revista preferida de los amante del glamour con genuino aroma 'retro' recuerda uno de los momentos más complicados de Lola Flores, acuciada por los problemas económicos con Hacienda.
Menudo disgustazo se llevó la Faraona cuando Hacienda le comunicó que debía nada menos que 50 millones de pesetas por fraude fiscal. Lola Flores no podía contener las lágrimas en la rueda de prensa en la que defendió su honor y su inocencia. “No soy una delincuente”, exclamaba mientras su hija Lolita, a su lado y embarazada, hacía una acusación bien fuerte: “Están utilizando a mi madre como la mujer barbuda del circo”.
Nunca nadie ha puesto en duda el carácter trabajador de la gran bailaora. Siendo solo una niña ya actuaba en bautizos, fiestas privadas y en espectáculos, hasta su debut a los 16 años. Desde entonces, tiró del carro de toda su familia, y cuando su marido 'El Pescaílla' enfermó y tuvo que dejar de trabajar, Lola recordaba entre lágrimas que "en casa soy el hombre y la mujer”, a pesar de haber estado convaleciente ella también. "No he cometido un fraude, tuve un fallo por dejar pasar el tiempo hasta que reuniera el dinero", se justificaba.
La artista solo quería que esa pesadilla acabara, por lo que vio muy lógico pedir ayuda, incluso al mismísimo rey, si se hubiera visto realmente en apuros. Por el momento, en su mente no descartaba "ir a televisión a pedir dinero a los españoles”. "No me merezco esto porque soy un mito", sentenciaba. Ni los mitos tienen ventajas ante Hacienda...
Dos años después, se sentaba en el banquillo en uno de los juicios más multitudinarios de la década de los 80 y pronunciaba aquella mítica frase: "Si una peseta diera cada español...".Lecturas Años Dorados te lo cuenta TODO en el número dedicado al mito de Mila Ximénez. ¡Te esperamos en el kiosco!