Desde aquel fatídico 26 de septiembre de 1984, cuando el toro 'Avispado' cogió mortalmente a Paquirri en la plaza de Pozoblanco, Córdoba, la vida de Isabel Pantoja (67 años) dio un cambio radical. Viuda y con un bebé de siete meses, la tonadillera creyó morir en vida. Durante años fue 'la viuda de España' porque su dolor conmovió a todo el país.
Un proceso algo complicado
En primavera de 1996, casi doce años después de la tragedia que marcó su vida, Isabel encontró una nueva razón para vivir. Madre de un niño de once años, Kiko Rivera –al que entonces conocíamos como 'Paquirrín' para enorme disgusto de Isabel–, la cantante culminó el proceso de adopción de una niña. Un convenio firmado un año antes entre Perú y España acerca de la posibilidad de que españoles adoptaran niños sin hogar peruanos, animó a Isabel a dar ese importante paso en su vida. Además, cumplía los requisitos para hacerlo: tener más de 35 años y estar en buenas condiciones físicas, económicas y psicológicas.
Con todo, no fue tan fácil como pudiera parecer. Así lo explicaba la revista Lecturas: "Hemos sabido que, siguiendo los trámites legales desde España, Isabel no podría tener a su hijo antes de que pasaran dos años y, además, no podría elegir el sexo ni la edad". Con el tiempo, se supo que esto no fue realmente así y la sombra sobre ciertas irregularidades en la adopción siempre planeó sobre el proceso. Isabel quería una niña y la mediación del entonces presidente de Perú Alberto Fujimori –que acabó en la cárcel por corrupción– y su asesor Vladimiro Montesinos –también condenado por numerosos crímenes– ayudó a que los deseos de Isabel fueran cumplidos, como así el importante donativo que la cantante hizo al orfanato en el que Isa –cuando aún se llamaba Andrea Celeste– pasó sus primeros meses de vida.
Como es natural, las acusaciones de irregularidades en la adopción, publicadas en el el diario peruano Hoy, indignaron a Isabel. Así lo recogía Lecturas: "El diario afirmaba en su portada que Montesinos 'arregló' la adopción de María Isabel [Isa] a través de una red de tráfico de menores que él mismo había creado con la colaboración de funcionarios del poder judicial de la Secretaría Técnica de Adopciones y de diferentes hospitales".
La indignación de Isabel Pantoja
Isabel recibió esta noticia con asombro, recordaba Lecturas. Nuestra revista se puso en contacto con ella y pudo constatar la indignación que sentía la cantante. "Es una sarta de mentiras. Tú conoces muy bien la historia de toda la adopción de mi hija, del largo año de papeleo y de cumplir todos los requisitos legales que se me pedían en Perú para poder adoptar a mi niña. Tú sabes el tiempo que pasé allí... ¡Qué derecho tiene nadie a decir tantas falsedades!".
Isabel puso el caso en manos de sus abogados. "Ya están trabajando para tomar las medidas legales pertinentes. Pondremos las querellas que tengamos que poner. Me han querido implicar en algo muy sucio y no lo voy a permitir", declaró la tonadillera a la revista Lecturas.
"¡Ya era hora de ser feliz!"
La adopción de Isa Pantoja llenó de felicidad a Isabel. "Ahora mismo tengo todo para ser feliz. Poder tener una hija es esa cosita que tenía dentro y ya la tengo, tengo mis dos hijos, mi familia, salud, gente que quiero. Estoy felicísima, no le puedo pedir nada más a la vida... ¡Ya era hora de ser feliz! Cuando no eres feliz se nota, suelen decir que los ojos se te mueren y yo tuve mis ojos muertos muchos años", declaró en Canal Sur.
Junto a Isabel, Isa contó en su primera infancia con tres personas muy importantes en su vida, su hermano, Kiko Rivera –con el que no se habla–, su niñera, Dulce Delapiedra –una de las personas de su máxima confianza– y su madrina, la cantante María del Monte, de la que estuvo un tiempo distanciada, pero con la que ha recuperado el trato en los últimos tiempos.
Isabel, obligada a contarle a su hija que era adoptada
Uno de los tragos más amargos por el que tuvieron que pasar madre e hija fue el momento en que Isabel tuvo que contarte a Isa que era una niña adoptada. La propia Isa ha explicado en televisión que a ella se lo habían contado en el colegio, de modo que decidió preguntarle a su madre si era cierto lo que decían sus compañeras de clase. Isabel no pudo ocultarse a su hija la verdad y, pese a que ella hubiera preferido decidir el momento en que quería contárselo se vio obligada a hacerlo antes de hora. En ese sentido, Isa no le guarda ningún rencor a su madre, todo lo contrario, le está muy agradecida por todo lo que le ha dado desde que la adoptó cuando solo tenía seis meses de vida.
Pero cuando Isa tenía solo seis años y todavía desconocía sus orígenes, Isabel Pantoja explicaba en Lecturas. "Mi hija no sabe que es adoptada. Mi hija es mía y de nadie más. Así que, ¿qué derecho tiene nadie a permitir que se entere de lo que su madre, que soy yo, no quiere decirle? ¿Acaso tiene alguien derecho a quitarle también la ilusión de su hermano, que la adora? No lo voy a permitir y voy a llegar hasta el final. Mi niña, y tú lo sabes, habla de Paco [Paquirri] como de su papá...".
Isa Pantoja, nacida el 8 de noviembre de 1995 en la Maternidad de Lima, fue adoptada formalmente por Isabel Pantoja el 22 de abril de 1996. Su madre biológica, Roxana Luque, intentó hace unos años ponerse en contacto con Isa, pero esta rechazó de pleno su petición de conocerse. Para Isa, su madre es Isabel Pantoja a todos los efectos, aunque sus relaciones sufran algunos altibajos cada cierto tiempo.