España, tal y como la conocemos, es un país rico en historia y cultura. De hecho, cuenta con numerables curiosidades que hacen referencia a su patrimonio nacional. Además, existen diversas historias que relatan memorias sobre los distintos lugares del país desde épocas prerromanas. Han sido los distintos imperios quienes han forjado a lo largo de la historia el territorio tal y como lo conocemos hoy. De hecho, fueron los romanos, íberos, visigodos, árabes y celtas quienes participaron en el nombramiento de las capitales y provincias del país.
España, un país lleno de historia
Alguna vez te has preguntado ¿Cuál es el origen de los nombres de las provincias y las capitales de España? National Geographic si, lo ha averiguado y tiene la respuesta. Por norma general, el nombre de los territorios no permanece intacto desde que se crea, si no que va modificándose con el paso de los años, aunque es cierto que algunos de los topónimos se han mantenido prácticamente igual. Es el caso de algunas de las distintas provincias y capitales de España.
Según cuenta National, fueron los romanos, íberos, visigodos, árabes y celtas quienes iniciaron en el nombramiento de los lugares que conocemos hoy como provincias y capitales de España, aunque la división administrativa del Reino de España en estos territorios no se ejecutó hasta 1833. El objetivo fue impulsar la burocracia en torno a la política y al sector judicial y aristocrático además de fortalecer la centralización del Estado.
La verdadera procedencia de las provincias españolas
Por orden de alfabético, el topónimo de la provincia castellanomanchega de Albacete ha evolucionado con el transcurso del tiempo. Fue ‘Celtide’ el primer nombre que le otorgaron los cilios. Después, los celtíberos la renombraron ‘Alaba’. Cuando los árabes llegaron a la Península la denominaron ‘Albacen’. Este nombre de origen árabe fue evolucionado hasta denominarse ‘Al-Basit’, que significa ‘el llano’ o ‘la llanura’. Un nombre que describe perfectamente a la provincia, que destaca por tener un relieve llano.
Aunque muchos piensen que Alicante procede del árabe, realmente nace del griego ‘Akra Lefki’ cuya traducción significa ‘promontorio blanco’. Es cierto que tiene raíces árabes, ya que cuando el topónimo evolucionó a ‘Lucentum’, los árabes tradujeron a ‘Al-Laqant’. Un nombre que, tras la reconquista, se tradujo al castellano como ‘Alicante’. No fue menor la influencia de la cultura árabe sobre Almería, la cual recibió el nombre de ‘Al-mariyyat Bayyana’ y, posteriormente evolucionó hasta recibir el nombre que conocemos hoy en día. Además, Almería posee distintas interpretaciones con la que nombrarla como ‘el espejo de mar’, ‘la vistosa’ o ‘la costa de la sal’.
Aunque conocemos la procedencia del topónimo de la mayoría de los territorios, existen algunos lugares cuyo significado continúa siendo todo un enigma. Es el caso de Ávila. Los expertos especulan con una posible raíz hebrea, germánica o perteneciente a los pueblos íberos. En cualquier caso, hasta 1877 fue bautizada oficialmente como ‘Ávila de los Cabaleros’. Un nombramiento que ha evolucionado a ‘Ávila’.
Badajoz, perteneciente a la comunidad extremeña, apareció como tal por primera vez en la escritura de un documento que data del año 932. Fue ‘Badaliaucu’ la primera denominación que recibió procedente de la expresión latina ‘vadum clausum’. Al castellano se traduce como ‘vado cerrado’ que se refiere al vado del río Guadiana. Son muchas más provincias las que tienen raíces curiosas y espectaculares. National Geographic ha desvelado la procedencia de todas las capitales de provincia desde la ‘a’ hasta la ‘z’. Sin duda, España es un país lleno de historia que merece la pena conocer.