Daniel Sancho ya se encuentra en el ya popular módulo de alta seguridad del centro penitenciario de Surat Thani, Tailandia. El cambio se ha producido este jueves, tras finalizar su periodo de cuarentena junto a otros 30 presos en una celda completamente aislada del resto de la prisión. Así pues, el hijo de Rodolfo Sancho ya puede mantener los contactos con el exterior que ya disfrutaba durante su larga estancia en la cárcel de Samui, en la que estuvo en prisión preventiva durante algo más de un año. Desde este mismo momento, el culpable del asesinato de Edwin Arrieta Arriaga ya puede recibir videollamadas o visitas presenciales.
Accederían solo unos pocos
El joven cocinero ha sido trasladado al módulo número seis de la enorme cárcel, el único que cuenta con una “alta seguridad”, tal y como indica la cárcel en su propio portal digital. Un área al que imaginamos que cualquier preso querría entrar, pues supuestamente se trata de una de las prisiones más peligrosas del país oriental y, también, casi al límite de su ocupación: más de 5.000 presidiarios (todos condenados a más de 25 años por delitos de sangre) conviven en Surat Thani, en celdas abiertas compartidas por hasta 30 personas. Sancho, protegido dentro de este módulo excepcional en el centro penitenciario tailandés, tendrá que adaptarse a una ‘nueva casa’ en la que las normas no son tan laxas como lo fueron en Samui hasta el 30 de agosto. Aquí, las reglas son mucho más férreas.
Esta fue la prisión elegida por la defensa de Daniel Sancho. El equipo legal que le asiste tuvo que decidir, de forma precipitada, donde querían que fuese trasladado. El centro de Koh Samui, donde estuvo durante los doce primeros meses, no admite a presos con penas superiores a los 15 años. De todas las posibilidades, eligieron Surat Thani por ser la mejor opción. Menos peligrosa, menos poblada. Con todo, no se trata de una cárcel sencilla. Está en el top 10 de cárceles peligrosas de Tailandia.
De hecho, una vez allí, la defensa del joven está pensando en solicitar el traslado a Bangkok. Allí estaría más cerca de las embajadas y los viajes de sus familiares para verle serían más sencillas. Desde Koh Samui hasta Surat Thani hay más de una hora y media de viaje. Circunstancia que molestó y mucho a los padres de Daniel Sancho. El actor Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo regresaron a España tras el veredicto. La cuarentena de su hijo hacía imposible que pudiesen visitarle.
El testimonio que cuenta el 'horror' tras sus puertas
‘Tarde AR’ confirma el tipo de ambiente que se vive en Surat Thani gracias al relevante testimonio de la mujer de un habitante tailandés que cumplió condena en el centro. “El director es muy estricto. Si te metes en una pelea te castigan con tareas como limpiar los baños. No hay libertad, debes seguir el protocolo si eres prisionero, al igual que mi esposo lo fue”, ha explicado.
Una atmósfera en la que, según la entrevistada por Ana Rosa en su programa vespertino, “hay cursos de entrenamiento para que soporten las horas que están allí y, además, están enfocados para evitar peleas. Peleas en las que, si el preso se niega a parar, los agentes pegan con palos”. El comportamiento de Sancho durante los primeros meses de privación de libertad ha sido más que correcto. Sin problemas, sin escándalos y sin estridencias. Ha colaborado con la organización y ha hecho buenas migas con algunos de los presos. Incluso compartía su comida con ellos.
Esta actitud le valdrá, a buen seguro, un trato mejor en cualquier cárcel en la que resida. Por el momento, Sancho permanece en prisión provisional hasta que su sentencia sea firme después de los recursos. La defensa del joven ha descartado pedir la libertad para él durante este período. Prefieren que cumpla las indicaciones de las autoridades tailandesas. El equipo legal de Rodolfo Sancho se encuentra actualmente preparando el primero de los recursos que van a plantear contra el veredicto.
Hermetismo desde una cárcel en el punto de mira
Porque hasta ahora ha trascendido de todo sobre la prisión emplazada en el territorio continental de Tailandia, a solo 30 kilómetros de la ciudad Surat Thani, pero muy poca información es oficial o trasladada por los funcionarios que vigilan a los presos en su interior debido a órdenes claras y directas que les impiden hablar con los medios. Sobre todo que tengan que ver con la estancia en prisión del autor confeso del crimen del cirujano colombiano de 44 años.
Sin embargo, algunos medios publican que muchas de estas reyertas terminan, a veces, con la muerte de alguno de los encarcelados por el uso, aunque prohibido, de objetos punzantes como navajas o cuchillos. Además de eso, también se ha afirmado que puntualmente la policía accede al interior para hacer redadas por tráfico de sustancias ilegales o para requisar las armas blancas que algunos de los internos guardan en sus celdas.
La fama de las prisiones tailandesas, por mucho que se esfuercen las autoridades, no es la mejor. Son especialmente peligrosas y las condiciones no llegan a los límites aceptables para cualquier ciudadano europeo. Las celdas están muy concurridas, no hay camas para todos y si un preso quiere mejorar en su estancia debe pegar todos los días. Este peculio debe ingresarse en la cuenta a nombre del preso por parte de sus abogados o familiares. En el caso de Daniel Sancho, han sido sus padres los que han velado para que tuviese acceso a algunas de las mejores que pueden obtenerse. Al menos, así ha sido durante su estancia en la cárcel de Koh Samui.