Daniel Sancho ha sido condenado a cadena perpetua. La Corte de Koh Samui se ha acogido a todas las pretensiones de la Fiscalía y ha condenado al hijo de Rodolfo Sancho por los tres delitos por los que se le acusaba: asesinato con premeditación, destrucción de pruebas y ocultación del cuerpo. Ya no hay dudas. El tribunal de Tailandia afirma tajante que Daniel Sancho planeó y ejecutó el asesinato de Edwin Arrieta y desmembró el cuerpo.
Sancho rompía entre lágrimas al escuchar el veredicto del tribunal. Sus padres, a su lado, se mostraban desolados. La defensa de Daniel Sancho siempre se había mostrado optimista ante el veredicto. Consideraban que la Corte no iba a aceptar la premeditación que habían intentado desmontar en todo momento. A su salida de la Corte, ni Rodolfo Sancho ni Silvia Bronchalo querían realizar declaraciones a la prensa.
No obstante, el actor, víctima de la vehemencia, sí dejaba escuchar tres simples palabras con las que revelaba su situación, su pensamiento y sus intenciones a partir de ahora.
Las primeras palabras de Rodolfo Sancho
“A seguir luchando”. Rodolfo Sancho tan solo pronunciaba estas palabras a su salida de la Corte de Koh Samui. El actor, con semblante optimista, como ha sido su tónica habitual cuando le hemos podido ver en público, no dejaba que sus sentimientos aflorasen. Fuentes presentes en la isla sí aseguran que Silvia Bronchalo se desmoronaba al escuchar el veredicto contra su hijo. El actor, al contrario, mantenía el tipo.
Rodolfo Sancho ha sido siempre claro y directo en sus apariciones en público, fuesen en España o en Tailandia. El intérprete no pensaba regalar lágrimas a las cámaras. Así mismo lo expresó en una de sus apariciones. Y así lo ha mantenido durante todo el proceso judicial. Incluso en momentos tan complicados como este, donde ya conoce el futuro que le espera a su hijo Daniel.
El actor que permanece en Tailandia, ha sido una de las dos únicas personas que han podido entrar a la Corte para la lectura de la sentencia. El tribunal únicamente había admitido la presencia de los padres del joven y algunas personas de la embajada española. Nadie más. Ni siquiera el equipo legal que le ha asistido durante todo el proceso.
Silvia Bronchalo se derrumba tras la sentencia
Frente a la fortaleza de Rodolfo Sancho, el dolor de Silvia Bronchalo. La madre de Daniel Sancho, que en todo momento se había mostrado disconforme con la estrategia judicial que había planteado su expareja, se derrumbaba tras escuchar el veredicto para su hijo. Daniel Sancho va a permanecer en una cárcel tailandesa durante mucho tiempo. Un mazazo enorme para la madre del joven.
Bronchalo, incluso horas antes de conocer el veredicto, había dejado muy claro que no compartía las actuaciones que se habían realizado. Para la madre del joven, las decisiones que había tomado su expareja y el equipo legal que le asiste no eran las adecuadas. Algo que, a la luz de la sentencia final, posiblemente tuviese razón. Sancho ha sido condenado por los tres delitos que se le acusa. Un revés para su defensa.
La madre de Daniel Sancho, que también se encontraba en Koh Samui, no realizaba declaraciones a la salida de la Corte. El silencio ha sido su máxima durante todas las veces que ha aparecido en Tailandia. Tan solo pocas afirmaciones a través de su abogado y alguna frase suelta ante las cámaras. Bronchalo prefería no interferir en nada.
Dos formas muy distintas de afrontar el proceso de su hijo
Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo no han podido estar más lejos durante estos doce meses. Nunca hemos visto a los padres de Daniel Sancho juntos. Nunca han acudido juntos a la Corte de Koh Samui, nunca han hecho declaraciones juntos y nunca han mantenido un entendimiento claro en público. Sus actitudes han sido no solo distintas, sino ya directamente contrapuestas. El padre y la madre del hoy condenado por el asesinato de Edwin Arrieta han afrontado estos doce últimos meses de forma muy distinta.
Rodolfo Sancho se ha volcado en la defensa de su hijo. Ha sido el encargado de reclutar al equipo legal que le ha asistido, de conseguir la financiación para ello y de mantener las reuniones con su hijo para armar la estrategia. Ha viajado a Tailandia en diversas ocasiones, siempre con algún miembro de su equipo y ha podido hablar con su hijo en prisión. Ha llevado la voz cantante en todo momento, asesorado por el letrado Marcos García-Montes. Sancho ha sido quien ha estado al lado de su hijo a nivel procesal.
El papel de Silvia Bronchalo ha sido muy distinto. Fue la primera en viajar a Tailandia tras conocerse la detención. Desde entonces ha permanecido en el país durante largas jornadas. Ha visitado a su hijo en prisión, le ha llevado enseres y ha sido discreta y reservada. Durante la mayor parte de tiempo del último año no se ha podido conocer su paradero. La madre de Daniel Sancho se apartaba -o era apartada- de todo lo relacionado con la estrategia judicial de su hijo. Algo que, tal y como ella misma afirmó a través de su abogada, le había molestado.
El enfado entre los padres de Daniel Sancho
Pocas horas antes de que se conociese el veredicto, Marcos García-Montes confirmaba en una entrevista a Ana Rosa Quintana que Daniel Sancho estaría molesto con su madre. Al hoy condenado no le habría gustado que esta hubiese denunciado a su padre por malos tratos. Bronchalo interpuso una demanda contra el que fue su pareja por vejaciones, aportando mensajes que Rodolfo Sancho le habría enviado. Todo mientras el asunto de su hijo continuaba su proceso en Tailandia. La causa no prosperó, ya que fue archivada, pero sí evidenció lo que era un secreto a voces: la relación entre los padres de Daniel Sancho no es buena.
Desde entonces, Bronchalo había permanecido en silencio. Hasta que se acercó el gran día. Tal y como recogía el programa 'Código 10', la madre de Daniel Sancho estaría molesta por las personas que se han lucrado hablando de su hijo durante este tiempo. Tampoco estaría de acuerdo con la estrategia procesal que se ha realizado en el caso. Algo que, a la luz de la sentencia, cobraría otro significado. La Corte de Koh Samui ha condenado a Daniel Sancho por los tres delitos de los que se le acusaba. La única salvedad ha sido la rebaja de la pena, de pena de muerte a cadena perpetua por la cooperación de Sancho durante la investigación.