El libro escrito por Luisgé Martín tras las cartas que intercambió con José Bretón y en el que el asesino confiesa, por primera vez, haber matado a sus dos hijos, no está a la venta. Su fecha de salida era este miércoles, 26 de marzo, pero ni está ni se le espera en librerías y plataformas.
No se puede adquirir, a pesar de que el juez dio el O.K para que la editorial 'Anagrama' sacara la primera edición y evitó bloquear su publicación, tal y como pedía la Fiscalía de Córdoba y la madre de los pequeños asesinados, Ruth Ortiz. Hay un recurso pendiente y también anunciado tras esa polémica decisión.
El escritor de 'El odio' y los editores guardan silencio mientras el debate se intensifica y la polémica está servida dentro y fuera de los medios de comunicación o el gremio de libreros, entre los que ya hay voces muy críticas que no aceptarán que esa portada forme parte de su catálogo.
Hay varios muros que impiden que el libro se distribuya y comience a circular, mientras la otra cara de la moneda exige que se proteja la libertad de expresión y de creación literaria, en la línea de lo que ha expuesto en el auto el magistrado Diego Martínez Pérez.
El recurso de la Fiscalía para prohibir la venta del libro de José Bretón
El titular del Juzgado de Instrucción número 39 de Barcelona, Diego Martínez Pérez, no veía justificado que se paralizara la venta del libro con la confesión de José Bretón. Observaba que los documentos presentados por la Fiscalía eran "insuficientes" o no eran del todo "adecuados".
Para una evaluación completa y para poder también valorar a qué género literario pertenece y en el que se pueda catalogar, el magistrado consideraba en su auto difícil extraer ese tipo de conclusiones con el extracto compartido por la editorial 'Anagrama', por lo que también veía necesario que la misma enviara un ejemplar para cotejarlo.
El mismo martes, tras conocer la polémica decisión judicial, el Ministerio Fiscal anunciaba rápidamente que la recurriría para pedir un "freno de última hora" y este es el primer muro de contención. Ha surtido efecto, a la espera de que la Audiencia Provincial de Barcelona vuelva a pronunciarse al respecto.
La presión de la opinión pública empatizando con Ruth Ortiz
La madre de los pequeños Ruth y José, asesinados por su padre en 2011, está desolada. No solo tuvo que enterarse por la prensa de la publicación del libro, sino que vuelve a enfrentarse a la revictimización y ve cómo su exmarido confiesa, por primera vez, haber matado a sus hijos.
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José Bretón nunca lo hizo hasta ahora, -tampoco en el juicio-. Ruth Ortiz lo está viviendo como una "ruptura de la orden de alejamiento" hacia ella y su familia y como víctima de violencia vicaria, exige que no se pueda dar voz a un asesino, a pesar de que el escritor alegue que con este relato, en realidad "se la quita".
"Está destrozada y no sale de casa", aseguraban este miércoles en 'TardeAR' después de que se conociera que el juez había autorizado la publicación de 'El odio'. Hay una auténtica oleada de solidaridad y empatía con una madre destrozada que no deja de luchar para que se frene en seco la distribución de esas páginas.
El veto voluntario de los libreros al libro con la confesión de Bretón
La publicación de 'El odio' continúa paralizada. El 26 de marzo no salió a la venta y tampoco se incluyó entre las novedades literarias de la jornada en la propia editorial 'Anagrama', responsable del texto. En este medio de comunicación nos hemos intentado poner en contacto con ellos, pero no ha habido respuesta.
La polémica no solo ha silenciado las palabras de José Bretón que se plasman en esas 177 páginas -basadas en 60 cartas durante tres años con el asesino- escritas por Luisgé Martín, sino también al escritor y a sus editores, que guardan silencio hasta que pase la tormenta.
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Mientras tanto, el debate entre los libreros hace que la balanza se incline hacia la vulneración de los derechos de Ruth Ortiz y se sus hijos asesinados, ya que muchos de ellos van a vetarlo de forma voluntaria en sus estanterías, incluso si la decisión final con sentencia firme permite que circule sin ningún dique de contención. La editorial será estos días, en todo caso, la que decida si se puede o no distribuir.
Este es otro de los muros de bloqueo más importantes, ya que en 'Anagrama' corren el riesgo de que el lanzamiento sea todo un fracaso si las librerías le cierran la puerta. Hay una parte de promoción que va de la mano del morbo, pero también puede suponer un incremento en el desprestigio para que puedan posicionar otros títulos ajenos a esta polémica, lo que les podría alejar también de lectores y autores.