Tragedia en el monasterio Santo Espíritu de Gilet en Valencia: un hombre hiere de gravedad a cuatro frailes al grito de "soy Jesucristo"

El atacante cargó contra los religiosos "en nombre de Dios" con intención de acabar con sus vidas y las autoridades dieron a uno de ellos por muerto.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Frailes
CANVA

El hombre que agredió el pasado sábado a cuatro frailes en el monasterio Santo Espíritu de Gilet en Valencia se encuentra en paradero desconocido. El atacante huyó después de forcejear con uno de los frailes del cenobio. Aun así, al grito de "soy Jesucristo" y "en nombre de Dios", apaleó a cuatro de los siete religiosos hiriendo a uno de ellos de gravedad. De hecho, en un primer momento, las autoridades creían que había muerto. Pocas horas después, la Guardia Civil desmintió esta información, aunque el fraile todavía permanece hospitalizado en estado grave por un traumatismo craneoencefálico.

Tragedia y caos en el monasterio Santo Espíritu de Gilet en Valencia 

Los frailes que residen en el monasterio Santo Espíritu de Gilet no dan crédito de lo que ha sucedido. Fue alrededor de las 10:00 horas de la mañana del sábado cuando un hombre desconocido de entre 30 y 40 años y complexión robusta entró sin permiso en el cenobio en busca de los religiosos. El intruso se coló en todas las habitaciones para atacar a los frailes con la intención de terminar con sus vidas. Según las propias víctimas, primero utilizó un palo y después una botella que se encontró en el propio monasterio. Los religiosos fueron agredidos "de forma violenta", tal y como recoge un comunicado de fray Joaquín Zurera, provincial de los franciscanos de la Inmaculada Concepción.

Además, ha añadido que el atacante actuó con "enseñamiento y alevosía". Uno de los frailes ha señalado en 'EFE' que el intruso era un "enajenado" que "apaleaba" a sus compañeros "uno detrás de otro y, además, fuertemente". El intruso continuó atacando a sus víctimas hasta que una de ellas le paró los pies tras forcejear contra él. El fraile asegura que acudió tan rápido como puso tras escuchar gritos en la planta superior del monasterio. Finalmente, el atacante se dio a la fuga y, desde entonces, se encuentra en paradero desconocido. Los servicios de emergencias y las autoridades locales acudieron al monasterio tras recibir una llamada de auxilio de los propios religiosos.

Uno de los religiosos casi pierde la vida

Desde el lugar de los hechos, los sanitarios trasladaron a las víctimas al Hospital de Sagunto. Uno de los frailes, de 76 años, se encontraba en estado grave tras sufrir un traumatismo craneoencefálico. En un primer momento, las autoridades lo dieron por muerto, aunque, horas después la propia Guardia Civil desmentía esta información. Aun así, el religioso continúa hospitalizado en estado crítico a causa de la gravedad de las heridas. El resto de los heridos, de 57, 66 y 95 años, han sido atendidos por diversas contusiones y traumatismos y, al parecer, sus vidas no corren peligro alguno. Según ha comunicado la propia orden religiosa, dos frailes que también se encontraban en el monasterio cuando llegó el atacante no resultaron heridos.

Uno de ellos estaba en el huerto y el otro en la capilla. Al parecer, el asaltante solo tenía la intención de causar daño físico, ya que no se han lamentado pérdidas materiales ni intentó robar en el monasterio. Las autoridades ya están investigando el suceso y tratan de localizar al atacante que continúa en paradero desconocido para esclarecer los hechos. Los residentes del monasterio todavía desconocen cómo pudo entrar el hombre por su propio pie, ya que el hospedaje que tienen estaba cerrado y sin huéspedes aquella mañana. Las primeras hipótesis de la Guaria Civil señalan que saltó la valla del recinto y logró entrar en los aposentos de los religiosos. Aun así, por el momento se desconoce el motivo que llevó al hombre a atacar a los frailes.

Los propios religiosos tampoco le encuentran explicación alguna al suceso y aseguran que no conocen a atacante. Los franciscanos han emitido un comunicado en el que piden al agresor que “sea consciente del daño y sea capaz de rectificar un comportamiento para nada propio de la condición humana”. Ante el aterrador momento que vivieron los religiosos, la orden también ha pedido a los franciscanos de otros monasterios que estén “más atentos para evitar que puedan entrar en nuestras fraternidades personas que puedan ocasionar daños de cualquier tipo”. “Condenamos sin paliativos esta agresión y nos unimos al sufrimiento de nuestros hermanos, con las lesiones en el cuerpo y el dolor en el alma por lo vivido, que, sin duda, deja profunda huella en las personas”, concluye el comunicado.