¡Susto al volante!: Una serpiente del maíz de metro y medio sorprende a una conductora en su coche

La Patrulla de Medio Ambiente se encargó de sacar al reptil del vehículo

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Serpiente
PEXELS

Una conductora ha sido víctima de la situación más surrealista que se puede vivir en plena A-4. Mientras circulaba por la carreta notó que algo se movía entre sus pies y cuando echó la vista abajo vio que tenía una serpiente de metro y medio entre los pedales del vehículo. Detuvo inmediatamente el vehículo en el arcén y alertó a la Policía, quienes se encargaron de sacar al animal del vehículo.

La actuación de los agentes

Convivir con animales en ocasiones provoca escenas como esta. La mujer no sabía que había una serpiente en el interior del vehículo cuando subió. Cree que el reptil pudo entrar cuando la mujer abrió la puerta, aunque desconoce cuánto tiempo llevaba ahí.

La operación contó con la ayuda de varias unidades de la Comisaría de Medio Ambiente y de la Comisaría de Servicios Especiales. Fueron los agentes de la Unidad de Tráfico de la Policía Municipal los primeros en llegar al lugar de los hechos. Una vez allí, se pusieron en contacto con los policías de la Patrulla de Medio Ambiente quienes se encargaron de sacar al reptil del vehículo.

Ante situaciones como estas o similares se aconseja ser prudentes y estacionar el vehículo en el arcén para evitar accidentes en plena carretera que puedan poner en peligro la vida de las personas. Los expertos recomiendan mantener la calma en todo momento y alertar a la mayor brevedad posible a los agentes de seguridad. No se debe, bajo ningún concepto, intentar tocar o agarrar al animal para evitar riesgos y lesiones que puedan ser dañinas para la salud o poner en peligro la vida de las personas. 

Así es una serpiente de maíz

El acontecimiento ha provocado curiosidad por la especie de este reptil poco común. La serpiente del maíz recibe este nombre por su peculiar patrón en la zona del vientre, la cual se asemeja a una mazorca de maíz. Estas serpientes son ovíparas, miden normalmente entre 1 y 1,5 metros de largo y pueden vivir hasta los 20 años. Como muchas otras serpientes estas se alimentan de grillos, gusanos o escarabajos cuando son más jóvenes. En el momento que alcanzan la madurez comen roedores, pájaros y lagartijas.

Estas serpientes tienen buenas habilidades de escalada por lo que trepan árboles y otras infraestructuras para cazar murciélagos y aves. En general, es poco habitual encontrar serpientes de este tipo en España, aunque posible, ya que su presencia es más común en el sur de la costa del golfo de México. Son altamente peligrosas para para las especies autóctonas, por lo que forman parte del Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras.

Más casos similares

Una de las hipótesis señala que la serpiente pudo colarse dentro del vehículo cuando la mujer abrió la puerta. Y lo cierto es que no es nuevo encontrarse un reptil así en lugares como este. Es algo bastante normal y habitual en zonas de campo o puntos cercanos.

Este fue el caso de Jerónimo, quien vivió una situación similar mientras trabajaba. “En el garaje de mi empresa nos encontramos una serpiente a las siete de la mañana. Era una culebra pequeña, pero se paseó por toda la oficina. La limpiadora le pegó con la escoba y la pudo sacar a la calle. Esto es común porque a veces nos dejamos las puertas de las oficinas abiertas. Desde entonces hay un cartel en la puerta del garaje que avisa que tienen que permanecer cerradas siempre”, asegura Jerónimo. La empresa se encuentra en la zona del polígono a las afueras de la ciudad y en frente de un campo abierto. Como consecuencia, algunos animales escurridizos como este se cuelan con frecuencia en las instalaciones.

Otro caso relacionado que, tal vez, algunos recuerden fue la serpiente que permaneció agarrada al retrovisor de un turismo mientras este circulaba por la carretera. Esto ocurrió en Kansas hace dos años y dio la vuelta al mundo. La serpiente intentó entrar al vehículo a través de la ventanilla, aunque no pudo conseguirlo. Pese a su rareza, este caso no es ni el primero ni, probablemente, el último. Quizás este acontecimiento es uno más de muchos otros.