Sentencia para Daniel Sancho: el motivo por el que no ha sido condenado a pena de muerte

Daniel Sancho ha sido condenado por la Corte de Koh Samui a cadena perpetua; un éxito de la defensa del hijo de Rodolfo Sancho que se había preparado para lo peor

JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

Daniel Sancho
Bangkok Post

El escenario ha cambiado. Daniel Sancho ha sido condenado, finalmente, a cadena perpetua por la Corte de Koh Samui. El hijo de Rodolfo Sancho, acusado de la muerte de Edwin Arrieta, llegaba esta mañana de jueves a la sede judicial junto a sus padres. Allí iba a escuchar, durante varias horas, la sentencia vertida por el tribunal y la condena que le espera. Finalmente, Sancho ha logrado evitar la pena de muerte.

Era el escenario que más se contemplaba. La gravedad de los hechos probados hacían pensado que Sancho podría terminar condenado a la pena capital en Tailandia. Algo que, con todo, no parecía que fuese tan grave. Hace mucho tiempo que no se ejecuta a nadie en el país y menos a un ciudadano extranjero. Pero sea como fuese, la defensa del joven ha logrado evitar el peor escenario. Para quedarse en el segundo, eso sí.

¿Por qué el tribunal ha decidido no condenar a Sancho a pena de muerte? ¿Qué ha hecho que haya decidido cambiar lo que parecía, a todas luces, que era la convicción tanto de la fiscalía como de las autoridades tailandesas?

El motivo para no condenarle a pena de muerte

"Se considera premeditación, basado en hechos consumados contundentes, pero todavía no se sabe por qué se ha conmutado por la cadena perpetua". Desde el canal 'Triun Arts', expertos en el caso Sancho, confirmaban que el tribunal sí había tenido en cuenta la premeditación a la hora de redactar la sentencia del caso de Daniel Sancho. Era el punto clave, ya que de no tenerlo en consideración, el joven podría haber optado incluso a la libre absolución. No ha sido así. "Si con la boca pequeña pidió perdón en el juicio, el magistrado puede haber abierto la puerta directamente a la conmutación de la pena máxima".

El arrepentimiento podría ser el motivo por el que Daniel Sancho ha podido evitar la pena de muerte. De hecho, es el requisito indispensable para que, en un futuro, el rey de Tailandia conmutase la pena de muerte por una cadena perpetua. Es un procedimiento que ya se ha realizado en otros casos similares al de Sancho y en todos han tenido que reconocer el delito y pedir perdón por lo ocurrido.

Minutos después de conocerse la sentencia, era el fiscal de Koh Samui quien confirmaba el motivo por el que Daniel Sancho no ha sido condenado a pena de muerte. "El tribunal dictaminó que el cargo de premeditación se castigaba con la muerte, pero como el acusado dio testimonio que fue beneficioso para el caso, la sentencia se redujo en 1/3 a cadena perpetua", expresa Metapon Suwancharen.

Los pasos que tiene que dar ahora Daniel Sancho

El nuevo escenario al que se enfrenta Daniel Sancho hace que su situación también cambie. El hijo del actor deberá, en el plazo de sesenta días, presentar recurso si así lo considera. Es de suponer que va a ser así. Tanto Marcos García-Montes como los letrados de la familia Arrieta ya habían dejado claro con antelación que tenían intención de recurrir la sentencia. Queda todavía un plazo para analizar el veredicto y armar los escritos pero esta no será la sentencia firme.

Mientras tanto, Daniel Sancho permanecerá en la prisión. El joven ha sido condenado a cadena perpetua y el futuro que tiene por delante se modifica. No solo porque podrá evitar el trámite de solicitar la conmutación al rey de Tailandia, sino que su regreso a España podría ser algo más rápido. Desde la defensa del joven, en todo momento, se hablaba de ocho años en una prisión en Tailandia. Puede ser ese el plazo.

De seguir todo ese esquema, a partir de entonces, Daniel Sancho podría solicitar la movilidad de presos para intentar acabar de cumplir su sentencia en España. No es un trámite automático ni sencillo, ya que no existe un acuerdo de extradición. De hecho, ha sido intentado en otros casos y los presos en cuestión sigue en Tailandia.