España, país donde la Semana Santa es un importante punto de inflexión en el año para católicos y no tan católicos, se enriquece con las muchas procesiones que pueden disfrutarse -con devoción o no- en cualquier punto de nuestra geografía urbana. Desde el norte, con la Ruta del Tambor y el bombo (Bajo Aragón), hasta Sevilla, icono internacional de la tradición anual, estas son las más recomendables:
'La rompida de la hora’ en Teruel
Son nueve las localidades que conforman la denominada Ruta del Tambor y el Bombo de esta provincia aragonesa. La razón por la que se dan cita -en una zona tan poco conocida de España- miles de turistas venidos de diferentes partes del mundo, es su diferente manera de celebrar la Semana Santa.
Hay túnicas y hábitos pero también baquetas y tambores. Es ‘la rompida de la hora’, una tradición de cientos de años que rompe el riguroso silencio del momento con decenas y decenas de personas congregadas en una plaza que armonizan un sonido atronador durante más de 24 horas sin descanso. El pueblo por excelencia, Calanda. Día y hora: Viernes Santo a las 12.00.
León y su ‘Festival’ Semana Santa
En la capital de la provincia más al norte de Castilla y León, sus procesiones son muy seguidas por quienes huyen de la solemnidad y rotundidad de las más ortodoxas. Pese a estar muy lejos de Andalucía, las procesiones de León están amenizadas normalmente por bandas de música que aportan un variado repertorio durante los largos recorridos de los pasos.
De entre todas, por su gran belleza y riqueza visual, destaca la procesión del Santo Entierro, el Viernes Santo por la noche. Recorrer el centro de la histórica ciudad coronada por la majestuosa catedral gótica de Santa María de León mientras te cruzas con decenas de espectaculares pasos, hermandades y cofradías, es una experiencia inigualable.
Las más antiguas, en Valladolid
La Semana Santa de Valladolid es de las más antiguas en nuestro país. Por tanto, su enorme valor artístico y religioso hacen a estas procesiones dignas de ser contempladas. Hay mucha belleza entre la que elegir, pero destaca la Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor, también en Viernes Santo, por ser considerada como una de las más importantes de todo el país.
Valladolid ofrece mucho más. Además de procesiones a las que no les falta ni un mínimo detalle, la ciudad ofrece procesiones comentadas -recreaciones de los pasajes de la Biblia durante la Semana Santa- como el Vía Crucis del Lunes Santo o el Encuentro del Jueves Santo, entre el Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Esperanza.
Zamora: el silencio magnético es su sello
Seguimos en el norte. Zamora ofrece preciosas procesiones más solemnes. Aquí, el silencio se apodera de la escena para dejar salir, puntualmente, el tímido sonido de tambores y trompetas. Como ocurre en Valladolid, es reseñable la exquisita conservación que sus creyentes han hecho de los pasos. Sus procesiones se remontan al siglo XII, y desde entonces se ha mantenido intacta la atrayente tradición religiosa de su Semana Santa.
Destaca, por tanto, la del ‘Silencio’. Literal, sin un golpe de tambor o el sonido de una corneta. Nada. Sale el Jueves Santo por la noche y es todo un espectáculo basado en la quietud y la solemnidad. Para muchos, la más emotiva y espiritual de toda la provincia.
Cuenca: pasos que recorren un Patrimonio Mundial
Pasos muy bien organizados y estéticamente preciosos, confluyen en calles a la altura de tanta belleza. Los pasos de Semana Santa de Cuenca recorren un casco histórico apreciado por todo el mundo. Desde 1996 es Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Destacan el de Las Turbas, en Viernes Santo, por su puesta en escena -decenas de nazarenos con capirotes tocan tambores y cornetas anunciando la muerte de Jesús- o la del Santo Entierro, también esa misma noche. De esta última destaca su tamaño, pues todas las cofradías de Cuenca participan en este paso donde el protagonista es la imagen de Cristo muerto.
Sevilla: ‘fiesta católica’ con más de 60 hermandades
En el sur, Sevilla. Icono de la Semana Santa en una comunidad autónoma donde la devoción por las procesiones recorre todos los rincones de sus pueblos y ciudades. Más de 60 cofradías y hermandades ensayan durante todo el año para que esta fiesta católica se desarrolle sin ningún contratiempo, más allá de los de índole climatológica.
Es difícil recomendar entre tantos pasos dignos de ser admirados, pero sí destacarían los pasos de estas hermandades de gran tradición en la capital de Andalucía: la de La Macarena, la de Los Gitanos o la de la Esperanza de Triana son casi de obligatoria visita en la capital del flamenco.